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Recién estrenado el año, ¿cuántas veces habéis oído ya eso de ‘año nuevo, vida nueva’? ¿A cuántas personas habéis escuchado plantearse nuevos retos que les ayuden a vivir mejor? Empezamos este nuevo año con el deseo, como no podía ser de otra manera, de animaros a cumplir esos cambios que lleváis tiempo queriendo hacer; y lo hacemos desde todo aquello que el vino pueda aportar a la salud… que es mucho.

Ya hablamos de muchas de las propiedades del vino, de cómo médicos y especialistas no se cansan de repetir lo saludable que es para el organismo una copita de vino al día junto a una comida o a una cena. Todo esto lo hemos explicado, lo sabemos.

Sin embargo, lo que quizás no sean aun tan conocidos, son los beneficios y las bondades del vino en los tratamientos de belleza. Estamos hablando de un producto que nos cuida el corazón, nos alegra el alma y nos mejora el aspecto. ¿Puede haber algo más completo?

Varios son los expertos en el cuidado del cuerpo que han decidido ir más allá de los conocidos tratamientos de vinoterapia para explorar muchas de las otras cualidades de la uva destinadas a ponernos todavía más guapos. En este sentido, uno de los sectores en los que el vino y la uva vienen empleándose cada vez con más frecuencia y con excelentes resultados, es el de la cosmética.

El hecho de que puedan crearse cremas hidratantes, velas aromáticas, jabones, lociones y barras de labios a partir de productos como la uva, supone la llegada de una industria que, no solo complementa a la del enoturismo, sino que la vuelve todavía más interesante, más completa.  Es importante destacar también que como en el vino, en el que se emplean una u otra variedades de uva, estas mismas variedades presentan propiedades diferentes destinadas a favorecer unos u otros tratamientos.

La piel es uno de los órganos que más agradece que la cuiden a base de uvas y, según los expertos, son productos óptimos para su rejuvenecimiento e hidratación. Entre las bondades que la uva aporta a los tratamientos de belleza y bienestar, se encuentran por ejemplo, diferentes tratamientos faciales para todo tipo de pieles. La semilla de la uva es, concretamente, un producto ideal para las limpiezas de cutis y la eliminación de células muertas de la piel.

La elaboración de cremas hidratantes para masajes faciales, mascarillas para cuidar el cutis y toda una serie de productos específicos dirigidos al rejuvenecimiento de la piel, son algunos ejemplos que dan muestra de como el vino es uno de los productos más completos de nuestra gastronomía y de como es capaz, no solo de alegrar el paladar, sino también la vista.