Recién estrenado el año, terminamos unas navidades para algunos demasiado largas y para otros, quizás, demasiado cortas. No importa cómo las vivamos, las vacaciones suelen saber a poco, en especial, si durante esos días hemos vivido momentos de celebración y de brindis, momentos de anhelos y de esperanza…momentos en los que le hemos pedido al año nuevo todo lo que no le hemos pedido durante los 365 días anteriores, momentos en los que casi cualquier petición se hace con una copa de vino en la mano.

Y es que si hay fechas especialmente propicias para brindar con vino, para pedir, son precisamente, las que acabamos de dejar atrás. Estos días en los que el vino y el champán presiden tantas mesas y llenan tantas copas, están llenos de viejas supersticiones, muchas de ellas, relacionadas con la forma en la que brindamos y la bebida con la que lo hacemos. A quienes disfrutan de una buena copa de vino, no se les ocurriría jamás brindar con agua… porque en España somos, en general, bastante supersticiosos con nuestro brindis.

Brindar con vino

En este sentido, incluso el menos amigo del vino, se resiste a dar la bienvenida a un nuevo año con una copa que no esté ocupada por alguna de las variedades de vino. Brindar con agua es impensable y lo es, no solo porque un elevado porcentaje de la población piense que trae mala suerte, sino porque no hacerlo con vino, podría desmerecer el evento, el menú e incluso la compañía de la que nos rodeamos en tan señaladas fechas.

Es durante estos días del año cuando más protagonismo tienen determinadas supersticiones que, como la recientemente mencionada, no hacen sino favorecer la presencia y el consumo de vino. Dicen, de hecho, que entre las supersticiones que más peso tienen entre la población, sea o no ésta supersticiosa, la de brindar con agua está entre las primeras que más evitamos los españoles. Y, ¿cuáles son las otras que más respeto nos producen? Pasar por debajo de una escalera o abrir un paraguas en un lugar cerrado, parecen encabezar la lista de acciones a no hacer.

Expuestas dos de las creencias populares que más evitamos y que más nos preocupan, hagámosle caso en estos primeros días de 2018 a nuestras creencias populares. No hace falta irse muy lejos para descubrir por qué. El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, define brindar como “manifestar, al ir a beber vino, licor u otra bebida alcohólica, el bien que se desea a alguien o la satisfacción por algo”. ¿Se le ocurre a alguien una manera mejor de desear algo bueno que no sea con una copa de vino? Probablemente no, así que siempre de acuerdo a nuestras creencias populares, hagámoslo, por favor, sirviendo el vino con la mano derecha porque dicen que hacerlo con la izquierda podría ser de mal agüero… algo difícil de creer tratándose de vino, ¿verdad?