La vendimia en Bodegas Comenge en Ribera del Duero comenzó el día 26 de septiembre y concluyó el 28 de octubre, con una calidad histórica pero un 30% menos de uva debido a la sequía durante todo el ciclo vegetativo.

Ha resultado una vendimia algo larga debido a que tuvimos que parar 20 días en el medio de las fechas indicadas, para esperar el momento óptimo de maduración de la uva Cabernet Sauvignon, “el mejor que hemos tenido nunca”, según Rafael Cuerda.

En general, la uva obtenida ha sido de tamaño pequeño, procedente de racimos sueltos.  A pesar de que el ciclo no ha sido especialmente homogéneo, la maduración de las bayas ha sido la correcta y no ha habido signos de pasificación. Sorprendentemente, los mostos obtenidos han presentado una mayor acidez de lo esperado.

Las lluvias caídas a mediados de septiembre (en torno a 60 litros por metro cuadrado), finalmente resultaron beneficiosas. El agua y el calor no es una precisamente una buena combinación en estas fechas del año, pero dichas precipitaciones eran necesarias en un año particularmente seco. Aunque hubo una preocupación inicial con respecto a la posibilidad de aparición de botrytis, el hongo no llegó a manifestarse y tampoco las bayas aumentaron su tamaño, pero el agua de septiembre facilitó un buen final de maduración.

“Las extracciones han sido fáciles, los taninos estaban maduros y muy agradables, sin verdores, proporcionando mostos muy coloreados y con bocas amplias”, explica Rafael Cuerda.

En la actualidad, los vinos se encuentran en proceso de fermentación maloláctica y todavía es pronto para juzgar con precisión la añada, pero las perspectivas para la crianza son realmente buenas.

Una vendimia intensa

No cabe duda de que la época de recolección de la uva es una de las más intensas para una bodega. Desde la preparación de las instalaciones (la limpieza es siempre fundamental), los controles de maduración, la decisión del momento óptimo de vendimia, la organización de la vendimia hasta que la uva llega a la bodega, se selecciona (grano a grano en nuestro caso) y se llenan los depósitos, el enólogo cumple un papel de máxima importancia.

A todo ello debemos sumar que en Bodegas Comenge estamos siempre en proceso de continuo aprendizaje e investigación. Vendimiamos cada parcela por separado, incluso algunas se subdividen en función de la añada, orientación, tipo de suelo y, por supuesto, variedad de uva.

Además, Rafael Cuerda está inmerso en varios proyectos de investigación relativos a la fermentación de los vinos con levaduras no Saccharomyces, así como protocolos de implantación.  El objetivo no es otro que tratar de extraer todo el potencial de la uva y su complejidad organoléptica.

Es el caso de la uva blanca Albillo Mayor, el primer año en el que Rafa ha apostado por una fermentación con otros tipos de levaduras a las habituales, para lo que ha vendimiado antes de lo normal. El resultado ha sido un blanco de 12% Vol. con una muy buena acidez y una boca espectacular.

Todos los ensayos con levaduras, por si fuera poco, se hacen por triplicado, con exhaustivos controles. ¿El resultado? ¡22 vinificaciones distintas para un total de 249.500 kilos!