Acaba de salir al mercado la nueva añada de Comenge Crianza, de Bodegas Comenge, un vino elaborado con la variedad reina de la Denominación de Origen Ribera del Duero, la Tempranillo, procedente de 17 parcelas distintas ubicadas entre Curiel de Duero y Pesquera de Duero.

Las cepas están plantadas en suelos de arcilla y caliza asentadas en laderas de suave pendiente. Tras la fermentación alcohólica con levaduras propias seleccionadas, el vino realiza la fermentación maloláctica en depósitos de hormigón.

Después, Comenge Crianza permanece 15 meses en barricas de roble francés (90%) y en barricas de roble americano, de las cuales el 40% son barricas nuevas.

En particular, la añada 2015 de Comenge Crianza se caracteriza por su gran concentración y una paleta aromática muy amplia. Fue un añada cálida y seca que favoreció la acumulación de azúcares y compuestos polifenólicos, aunque no tan seca como la presente.

Comenge Crianza 2015 es un vino con mucho volumen, mucha persistencia al final de boca y de largo recorrido; adecuado para beber ya o para guardar algunas botellas y disfrutar de ellas dentro de cinco, seis o siete años.

Carácter de la uva Tempranillo de Ribera del Duero

Aunque los vinos de la bodega se caracterizan por su elegancia, discreción y sutileza, quizás la añada 2015 se distinga más por su concentración. En estos momentos es explosivo en nariz y necesitará algo de tiempo para afinarse tras unos meses de crianza en botella.

Sin embargo, ahora tiene el encanto de la uva Tempranillo de la Denominación de Origen Ribera del Duero, esa potencia que no se consigue siempre en otros lugares donde se cultiva esta variedad y que viene determinada, entre otras cosas, por el abrigo del río Duero.

Según Rafael Cuerda, director y enólogo de Bodegas Comenge, “para mi es una añada singular. Esa uva pequeñita que tuvimos en vendimia nos ha dado una sensación en boca espectacular y muy amplia, es su principal encanto”.