comer uvas

En Bodegas Comenge todavía no estamos seguros si beber vino cuenta como tomar fruta, así que en las próximas semanas, entre caja y caja de vendimia, aprovecharemos para disfrutar de ese auténtico manjar.

Ya explicamos en un anterior post las diferencias que existen entre las uvas de mesa y las uvas de vinificación , pero no nos podemos resistir al dulzor de las bayas cuando están en sus momento óptimo de maduración o, incluso, algo ya pasificadas.

Una de las uvas más sabrosas para comer, de hecho, son las blancas de Albillo que, cuando están maduras se vuelven de un color dorado, el cual las hace aún más apetecibles. La blanca Albillo Mayor es una de las uvas que empleamos en la elaboración de nuestro nuevo vino clarete Carmen.

Las uvas y el vino tradicionalmente han sido una parte más de la dieta. Muchos argumentan que en los majuelos estaban mezcladas cepas de variedades blancas y tintas porque unas las usaban para vinificar y otras, normalmente las blancas porque maduran antes, servían como parte del almuerzo de los jornaleros.

Sea como fuere, lo cierto es que la ingesta de uvas aporta probados beneficios para la salud, al igual que el resto de frutas. Pero en Bodegas Comenge nos gusta disfrutar que  los manjares de temporada que la naturaleza nos  ofrece.. Y ahora es tiempo de uvas.

Las uvas, un alimento desde la antigüedad

Ya los griegos comían uvas y derivados debido a sus propiedades medicinales. Su cultivo estaba extendido en Egipto y el medio Oriente desde hace más de 3.000 años. Una de las razones es la cantidad de ricos productos que se puede elaborar con ellas, como mosto, vino, vinagre y agraz (zumo ácido de uvas no maduras).

Por no hablar de los tratamientos de belleza, la llamada ‘vinoterapia’ no es un invento moderno. Los compuestos fenólicos de las uvas son buenos para la piel, tienen una gran cantidad de antioxidantes y ayudan a frenar el envejecimiento de las células. Aunque no hace milagros, el resveratrol es el compuesto responsable del antienvejecimiento.

Las uvas también son beneficiosas para combatir problemas de artritis, pues ayudan a bloquear las enzimas que degeneran los tejidos y, por lo tanto, a prevenir el dolor muscular.

Como son ricas en nutrientes, como la glucosa y la fructosa, aportan energía y, además, sus sales potásicas son un apoyo para controlar los líquidos del organismo. ¡Detox natural!

Las uva son ricas en fibra, en vitamina B6, favorecen la producción de glóbulos rojos, mejoran el tránsito intestinal y combaten el estreñimiento. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que no resultan la fruta más aconsejable para aquellas personas que presentan ciertas dolencias, como diabetes o problemas renales. No obstante, todo depende de la cantidad de uvas que se ingieran.

Las uvas de vinificación, suelen tener la piel más gruesa y la pepita más grande en relación a la pulpa Por el contrario, las uvas de mesa suelen tener gran cantidad de carne.

En el mundo, existen muchísimos tipos de uvas de mesa. En Castilla y León, como se ha comentado anteriormente, era habitual comer uvas blancas de la variedad Albillo Mayor. Pero en la actualidad estás uvas apenas se encuentran en las las fruterías.