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Como en cualquier otra profesión, en muchas de aquellas que se ejercen dentro de la industria del vino, es indispensable un conocimiento profundo del sector vinícola y de todos aquellos agentes y procesos que forman parte de la industria y del mercado del vino; y como en otras profesiones, existen en el sector vinícola, estudios de posgrado y estudios de tan alto nivel como prestigio, que dan fe del extenso saber en esta materia que poseen quienes un día obtuvieron las mencionadas acreditaciones.

Hoy nos centraremos en uno de los másters o maestrías más importantes del mundo del vino. El Master of Wine, nacido en Inglaterra allá por los años cincuenta, es una de las mencionadas acreditaciones que exige a sus aspirantes unos conocimientos sobre vino que pasan por ser capaces de ver y lanzar una posible estrategia comercial, es decir, además de lo estrictamente relativo al vino, este máster exige a todo aquel que lo pretende, un gran olfato comercial en materia de vino.

Master of Wine: exigencia en el conocimiento del vino

Las estrictas y tremendas exigencias del Master of Wine (MW)  son las que desde hace más de sesenta años, hacen de él una de las instituciones con más prestigio y una de las de más difícil acceso.  El instituto de los Masters of Wine encuentra su origen en una Inglaterra que a mediados del siglo XX decidió que necesitaba una institución que recogiera la exquisitez y excelencia del vino, así como que se encargase de trabajar por tener una industria vinícola altamente profesionalizada.

Con un punto de partida como el que acabamos de describir, el Instituto de Masters of Wine cuenta con un prestigio y un respeto labrado a base enfrentar a sus alumnos a pruebas y exámenes conocidos por su especial dificultad; de hecho, quien lo consigue es porque ha demostrado un conocimiento profundo, importante, completo, de todo aquello que rodea a la viticultura, a la cata a nivel mundial o a la industria del vino desde el punto de vista de los negocios.

Apenas trescientas personas pueden presumir hoy en día de ser un Master of Wine, y si terminar siendo uno de ellos no es tarea fácil, tampoco lo es acceder a este programa. El español Pedro Ballesteros, forma parte de los pocos que lo han obtenido y es el único español entre ellos en estos momentos, aunque fue Pancho Campo el primer hispano-chileno que lo consiguió.

Contar con españoles en este grupo de élite significaría, de cara a la industria española del vino, de su imagen exterior y de su desarrollo, contar con profesionales de nuestro país en puestos de decisión importantes; pero también significaría contar con los comerciantes de vino mejor formados del mundo… Y es que era esto lo que pretendían los ingleses cuando decidieron crear el Instituto Masters of Wine y la figura de un experto de estas características… ¡ Y lo consiguieron!