El cerebro humano es y ha sido, a lo largo de la historia, gran objeto de estudio. Cuanto más lo conozcamos más podremos saber acerca de nosotros mismos, de nuestros comportamientos y reacciones. La neurociencia, y con ella el estudio del cerebro humano, se ha constituido en una gran fuente de información para la industria del vino. Si averiguamos el porqué de muchas respuestas cognitivas y emocionales ante el consumo de un determinado vino, podremos resolver una pequeña parte de un gran jeroglífico, conseguiremos información valiosa de cara a la creación de un vino de determinadas características; podremos conocer las reacciones cerebrales que provoca el consumo de un vino que ha pasado por toda una serie de procesos hasta ser elaborado y dotado de un sabor exclusivo.

La industria del vino, cada vez más consciente de la importancia de emplear nuevas tecnologías en sus diferentes procesos de producción, ha descubierto también la ventaja de emplear estos avances tecnológicos, no solo en la tierra en la que se cultivan las vides o a las fases de elaboración del vino, sino en un mayor y más profundo conocimiento del cerebro humano cuyos resultados la acercarán notablemente al gusto de sus consumidores.

 

Siempre se ha hablado de los cinco sentidos y de su relación con el vino; de su importancia para disfrutarlo y de lo sugerente que es el hecho de que cada uno de ellos cumpla una función en el momento de beberlo. Sin embargo, los estudios sobre el funcionamiento del cerebro y sobre cómo éste recoge y procesa cada una de estas sensaciones, no han suscitado el interés que merece hasta hace relativamente poco. Hoy, la neurociencia viene a decirnos que no solo empleamos los sentidos cuando comemos o bebemos, sino que en todo este ‘arte’ la mente tiene mucho que decir y mucha información que dar.

Foro brain & Wine

En este contexto y con el objetivo de promover iniciativas en las que la ciencia ayude a descubrir cómo funciona la tecnología en el arte de la degustación el vino y cuáles son los mitos menos conocidos en el mundo del vino, son muchos los profesionales del sector que trabajan codo con codo con científicos dispuestos a conocer más profundamente el mundo de la enología. Como ejemplo de encuentro internacional en el que se están dando cita reputados profesionales de ambos sectores, comenzó ayer en Barcelona el foro Brain & Wine, primer congreso internacional sobre neurociencia; toda una iniciativa tras la cual sabremos de los últimos avances neurocientíficos y de su aplicación en la industria del vino. Seguramente en un futuro cercano y fruto de la colaboración entre estos dos sectores, seremos capaces de descubrir si se puede y cómo, manipular el gusto de los consumidores.