Antes de enfriar una botella de vino para su consumo inmediato – una comida o cena, o simplemente por placer- hemos de saber a qué temperatura está recomendado tomarlo y, una vez lo tengamos relativamente claro, ¿cómo se enfría el vino rápidamente?

Dado que la percepción olfativa y gustativa de los vinos cambia según su temperatura de servicio, es importante conocer cuál es la más adecuada y, aunque algunos productores lo indican en la etiqueta del vino o en la ficha de cata, no está de más seguir algunos consejos como los que te mostramos en este post.

Por supuesto, el lugar en el que te tomas el vino -no es lo mismo Valladolid que Sevilla – y los gustos personales también cuentan; aunque es recomendable seguir el consejo de los expertos para disfrutar el vino en plenitud.

¿Qué no se debe hacer para enfriar el vino?

Echar hielo: Aunque en algunas zonas es habitual verter unos cubitos de hielo en el vino para que esté más fresco, desde luego no es la mejor idea para poder apreciar sus aromas y sabores. Esto es debido a que el vino se aguará y, por lo tanto, los compuestos se diluirán. Además, a nivel olfativo, si el vino está muy frío no expresará al 100% su paleta aromática.

Enfriarlo en el congelador: Una práctica habitual cuando hemos olvidado enfriar el vino, pero no es totalmente recomendable porque al vino no le son beneficiosos los cambios bruscos de temperatura, tal y como explicamos en este post.

¿Cuáles son los mejores métodos para enfriar el vino?

La situación ideal sería contar con una cava de vinos en casa donde poder guardar las botellas de vino a una temperatura constante y controlada, incluso con dos termostatos distintos, uno para blancos y otro para tintos.

También disponer de un merendero o estancia donde la temperatura sea homogénea durante todo el año. Pero no todos los winelovers tiene espacio ni recursos económicos para disponer de estas ventajas.

La nevera se postula como el siguiente método eficaz para enfriar el vino y hacerlo relativamente rápido. Sin embargo, hay que tener cuidado, porque si un vino permanece mucho tiempo en el frigorífico – estamos hablando de semanas o meses- es muy probable que el corcho se termine secando y pierda su propiedad de estanqueidad. Por lo tanto, no recomendamos esta práctica con los vinos de Bodegas Comenge si no van a ser consumidos a corto o medio plazo, pues están cerrados con tapón de corcho natural.

Si esto ocurre, la transferencia de oxígeno entre la parte exterior e interior de la botella será mucho mayor y el vino se oxidará con más rapidez. En el caso de que la botella esté tapada con rosca o tapón de silicona, el riesgo disminuye.

Otra opción para enfriar el vino rápidamente es emplear una cubitera, donde añadiremos hielo y agua. Una vez el vino esté atemperado, deberemos abrir la botella y comprobar que no está demasiado frío, realizando este acto a lo largo de una comida.

Las cubiteras tampoco son lo más cómodo, principalmente porque ocupan bastante espacio. Por eso, desde Bodegas Comenge regalamos a los clientes que hagan un pedido en nuestra tienda on-line una manga enfriadora con nuestro vino Colección Comenge Verdejo. Su funcionamiento es muy sencillo, la manga se mete en el congelador y se viste la botella con ella durante su tiempo de consumo. Una vez concluida, se limpia y se mete de nuevo en el congelador. Otra de sus principales ventajas es que, al no ser compacta, es fácilmente transportable.

En el siguiente vídeo, Álvaro Comenge nos cuenta cómo utilizarla: