Hoy hemos querido realizar un viaje en el tiempo, nos trasladamos a la Indochina francesa del principios del siglo XX pero sin salir de la ciudad de Madrid, allí se encuentra uno de los restaurantes más atractivos de la capital, Café Saigon, una de las joyas de la cocina oriental en Europa. Perteneciente al prestigioso Grupo Saigon este cuidado establecimiento, de decoración colonial que bien podría servir de decorado para realizar películas ambientadas en la época, ofrece una cocina 100% indochina.
Hemos querido comprobar como armonizan nuestros vinos con la extraordinaria cocina cantonesa, sechuan, pekinesa y vietnamita. Comenzamos con unos Rollitos Nem Pollo acompañados de nuestro Comenge Verdejo 2012. Crujientes que rompen en boca después de ser cubiertos con lechuga y menta y ser bañados en la salsa agridulce.
También lo queremos maridar con otro de esos platos geniales de Café Saigon que son un guiño de la cocina oriental adaptada al gusto occidental, son los Rollitos Crujientes de Gamba con Mango y Albahaca y como no podía ser de otra manera nuestro vino se siente bien acompañado de notas frutales como son las del mango, su suave acidez juega a favor de estos rollitos que son servidos en un original recipiente de porcelana que imita a un vaso de plástico blanco aplastado.
Guiados en la mesa por Miguel Ángel Marinelli, gerente del Grupo Saigon llegamos a otro sugerente plato, una original versión de un Mong de Pollo. Miguel Ángel ha sabido seleccionar los platos para un sorprendente maridaje, nuestro blanco también juega en boca con este plato y es ahora cuando su cuerpo nos demuestra que podemos degustarlo junto a pescados y carnes de aves por igual. Nos gusta y nos emociona la combinación.
Y seguiremos retando su cuerpo y personalidad con más carne, ahora serán los exquisitos Raviolis de carne de Cerdo al Estilo Pan Khun, su pasta elástica y la suave carne de cerdo se deshacen en la boca.
También rellenos de cerdo están los tostados y sabrosos DIM SUM tipo Pekinés realizados con una harina muy especial, con Shiitake y Ajo Chino y con ellos ponemos fin al maridaje con el Verdejo 20012 que tan bien se ha comportado en este exótico maridaje. Catamos ahora nuestro primer tinto Ribera del Duero, Comenge 2008 su paso fluído y fresco es muy apropiado para acompañar la potencia de la seta china adornada con el sabor sutil del ajo chino.
Comenge 98 será el conductor de aromas y sabor de un Pato Caramelizado con Semilla de Sésamo, una de las especialidades de Café Saigon. Las notas florales de nuestro Ribera del Duero entonan muy bien con la fina carne del ave caramelizada y su madera juega con el punto de sésamo, un gustoso juego de sabores en boca.
Es el momento de probar la pasta oriental y lo hacemos con otro plato muy singular de la carta de Café Saigon, Tallarines con Marisco y guisantes al estilo Thai.
Último plato en maridaje con Comenge 2008, Pincho de Buey con salsa de maní, ahora son las plantas aromáticas que encontramos en sus notas de sabor las que buscan el maridaje de esta exótica carne aderezada con su salsa. El maní le otorga ese sabor tan especial y diferente a la carne, procedente de las zonas tropicales y subtropicales este cultivo se obtiene de algunos países asiáticos, principalmente China e India que producen cerca de las dos terceras partes de la cosecha mundial.
Para maridar con el reserva de la familia Comenge, Don Miguel 2009, Marinelli ha seleccionado un plato que encontrará vinculación inmediata con nuestro vino, Solomillo con hongo negro oreja de madera. Los aromas tostados de Don Miguel nacidos en madera se vinculan con este hongo que nace en los árboles y que tiene una textura muy diferente a otros hongos o setas. La fruta roja y los toques balsámicos en boca terminan un brillante maridaje donde hemos descubierto que la Ribera del Duero e Indochina no están tan lejos.
No es oriental, ni se creó en Indochina pero la tarta Tatin de Café Saigon es una magnífica opción de postre que seguimos acompañando con Don Miguel 2009.
Los Lichis si lo son, y este postre versión de un plato occidental como es la crema catalana con una fruta como es el lichi nos parece muy original. Último sorbo de nuestro buen vino antes de deleitarnos con un té verde.
Y nos despedimos de Miguel Ángel Marinelli en su espectacular escalera que da acceso al primer piso de Café Saigon deseando regresan pronto a deleitarnos de nuevo de los aromas y sabores de Indochina.
Deja tu comentario