Entre lo bueno que tienen estas fechas es que son quizás los mejores días del año para regalar vino; para regalar vino o cualquier otro producto que tenga que ver con él, porque hablar de Navidad, es hacerlo de regalos, de días festivos, de celebración y de compañía; la ‘excusa’ perfecta para buscar un buen vino, personalizar con nuestras propias etiquetas la botella de vino que vamos a regalar, buscar ese accesorio de vino tan especial u organizar un paseo por las diferentes bodegas que salpican la ruta del vino de Ribera del Duero. En ocasiones, puedes incluso poner en práctica todas estas ideas y darle al vino un merecido protagonismo, ¿quieres saber más?

Compra vino para situaciones especiales

Para empezar, ¿por qué no buscar esa botella de vino especial con la que sorprender a nuestros comensales o que regalar a los anfitriones? Son muchas las tiendas especializadas en vino que cuentan, en estas fechas, con ofertas muy especiales; también son muchas las bodegas, que como Comenge, te ofrecen la posibilidad de adquirir directamente sus vinos online. Pero como dice la conocida expresión, quizás prefieras ‘matar dos pájaros de un tiro’ y aprovechar el viaje por la ruta del vino de la Ribera del Duero para disfrutar de sus bodegas, de la gastronomía que ellas mismas preparan para sus visitantes y comprar allí mismo, en la propia cuna de esta denominación de origen, ese vino que has probado entre tapa y tapa y que ha terminado por convencerte.

Elegido el vino, hecho el viaje, visitadas las bodegas y con los regalos casi a punto, quizás te falte un toque personal que añadir a esa botella de vino que tienes preparada para alguien especial o para dejar constancia de estas fechas de forma personal e inolvidable. ¿Por qué no personalizar la etiqueta de ese vino que vas a regalar? Puedes hacerlo, son varias las empresas del sector que te ofrecen este servicio, dan tu toque personal y escriben tu mensaje en la etiqueta de tu regalo.

Aun más vino. ¿Por qué no terminar alguna de las cenas de estos días con un postre hecho a base de vino? Comidas copiosas, dulces en abundancia y ese picoteo constante durante la noche… Un helado de vino puede poner el punto final a la cena o a la comida que suele dejarnos más que satisfechos y tras la cual el cuerpo pide algo refrescante. Huevo, azúcar, nata, leche canela y, por supuesto, vino; ese otro vino que te habrás traído de la ruta que acabas de hacer por la Ribera del Duero y que tanto te apetece abrir… ¡Hecho! Todo solucionado. Solo había que darle a nuestro vino el protagonismo que merecía.