Fue el 21 de julio de 1982 cuando la Estación de Metro del Retiro de Madrid dio fe, cual  notario, de la firma del acta fundacional de la Denominación de Origen. En ese momento, nacía el Consejo Regulador  de la Denominación de Origen Ribera del Duero y quedaba aprobado el primer reglamento.

Diez bodegas y cooperativas iniciaron este proyecto que no hacía más que dar voz a una historia y tradición vitivinícola propia de una zona bañada por el gran río Duero y arraigada a las provincias Burgos, Soria, Segovia y Valladolid.

Hoy en día se ha multiplicado por más de 30 y la D.O. Ribera del Duero se ha convertido en una gran familia de más de 300 elaboradores y casi 9.000 viticultores. 40 años de cambios sociales y económicos, que se han traducido en vida, desarrollo y prosperidad en la zona. Una unión que ha escrito otra página más de la historia de estas localidades que nacieron para vivir por y para el vino.

 

Ribera del Duero, antes de la D.O.

Celebramos 40 años de la creación del Consejo regulador, pero en la Ribera del Duero se elabora vino desde la llegada de los romanos a la Península Ibérica. Ha ido pasando por diferentes etapas, siendo la Edad Media, la que marca el inicio de la elaboración propiamente dicha en las riberas del Duero.  Los monjes Cistercienses fueron los responsables, ya que trajeron vides de Francia y hacían su propio vino para las misas y como alimento para ellos y los vecinos de la zona.

D.O. Ribera del Duero en la actualidad

El talento y la dedicación de los viticultores, la experiencia y la constancia, unido a rigurosos controles de calidad, han llevado a la D.O. Ribera del Duero a ser un referente internacional.

Cada año crece la cuota de mercado y en 2021 subió más de un 10% en términos de volumen y el 16,8% en valor, según datos Nielsen. Está presente en más de cien países del mundo y exporta el 18,2% de su producción.

Y así mostraba su orgullo y satisfacción por el camino recorrido el Presidente del Consejo Regulador,  Enrique Pascual: “el ejemplo de aquellos fundadores nos llena de energía para construir un futuro aún mejor. Ellos y ellas lucharon, trabajaron, dedicaron tiempo y esfuerzo para hacer esto posible. Nos lo han dado todo. Somos lo que somos, vivimos como vivimos, gracias a aquellos pioneros valientes que creyeron que era posible ser Ribera del Duero”.

 

Comenge en la D.O. Ribera del Duero

En Bodegas Comenge podemos presumir que nuestros vinos salgan al mercado con la tirilla que confirma que forma parte de la D.O. Ribera del Duero.

Fue fundada en 1999 por Jaime Comenge en Curiel de Duero. La elección de unos buenos viñedos, situados principalmente en Curiel de Duero, le permitió recoger su primera cosecha en 2001. Con paso firme y sin altibajos, construyó un modelo de bodega familiar y sostenible, que no riñe con la modernidad y que está muy comprometido con la investigación.

Jaime Comenge siguió los consejos que su padre, Don Miguel, había dejado compilados en un libro que hoy es indispensable en la biblioteca de cualquier aficionado o apasionado del vino: “La Vid y los Vinos de España”. Sabiduría aplicada que llevó a los vinos a entrar en la franja vallisoletana de la Denominación de Origen Ribera del Duero. No es de extrañar que uno de ellos lleve su nombre: Don Miguel.

Hoy, la tercera generación se sitúa al frente de Bodegas Comenge. Álvaro Comente, junto al enólogo Rafael Cuerda, aguantan el pulso y mantienen el proyecto familiar en un nivel importante del sector vitivinícola, siempre preservando los valores históricos y culturales de la zona y los valores familiares que se basan en la sinceridad y la honestidad.

Un trabajo y esfuerzo que nos hace cada día celebrar nuestros logros en particular y los de la D.O. Ribera del Duero en  general. ¡Por otros 40 años más!