A todos nos ha pasado. Puede que el sacacorchos no sea precisamente ese objeto que siempre llevamos con nosotros en el bolso, en el coche o en la mochila cuando salimos de casa (¡aunque debería ser un imprescindible!). Pero entonces llega el momento de abrir la botella de vino y nos damos cuenta de que nos falta el preciado utensilio.
Si eres como nosotros y no dudas en llevarte una botella de vino a la playa, al camping, a la montaña… Sigue leyendo este post en el que explicamos cuatro formas de abrir una botella de vino sin sacacorchos.
1. Abrir una botella de vino con un zapato
Hay que tener paciencia, pero funciona. Lo primero que debes hacer es quitar la cápsula (obvio). Después introduce la base de la botella de un zapato. Debe ser calzado cerrado y con una suela relativamente grande, es decir, no sirven sandalias, chanchas o zapatos de tacón. La técnica es ir dando golpecitos con la suela del zapato y la botella dentro en una pared, así el corcho irá saliendo poco a poco. Los golpes deben ser suaves, con la intención de sacar el corcho, ¡no colgar un cuadro!
2. Abrir una botella de vino con cuchillo
En este caso son necesarias tres cosas imprescindibles: Sentido común, mucho cuidado y un cuchillo de sierra. Lo primero, de nuevo, es quitar la cápsula. Después hay que clavar la punta del cuchillo de sierra en el corcho de la botella e introducirlo poco a poco, sin llegar a traspasar el corcho para que no caigan restos en el vino. A continuación, es necesario girar el cuchillo con una mano, mientras que con la otra se gira la botella. Es mejor emplear un cuchillo de sierra para que haya un mejor agarre.
3. Abrir una botella de vino con tornillo y un bolígrafo
En este tercer método lo que se intenta es imitar la forma de los antiguos sacacorchos, que estaban compuestos por un tornillo y un mango de madera formando una T. Se necesita un tornillo en forma de L (los clásicos para colgar los cuadros) y un boli. Lo primero, como siempre, retirar la cápsula; después, clavar el tornillo en el corcho sin llegar al final para nos traspasarlo y, finalmente, encajar el bolígrafo en la parte superior del tornillo de manera perpendicular. Una vez se ha formado el utensilio en forma de T, hay que girar despacio hasta que salga el corcho.
4. Degüelle de un espumoso
Cada vez están más de moda los vinos espumosos elaboradoras con el método ancestral que, en muchos casos, se cierran con una simple chapa. Tras la crianza, el cuello de la botella acumula las levaduras muertas y es preciso ‘degollar’ o, lo que es lo mismo, romper el cuello de la botella. Los más habilidosos pueden hacerlo con el filo de un cuchillo o la base de una copa dando pequeños golpecitos con la botella inclinada. ¡Un método sólo para valientes!
Así que si este verano no tienes un sacacorchos a mano, que no cunda el pánico, la última opción, la que no recomendamos, es meter el tapón dentro de la botella.
¿Conoces alguna otra técnica para abrir botellas de vino? ¡Cuéntanoslo!
Excelente artículo
Muchas gracias Julia. Un saludo