Las compras pueden proporcionar grandes alegrías. Hay quien las vive, sin embargo, como un suplicio cuando se trata de adquirir productos que no nos hacen especial ilusión, pero ¿y si lo que vamos a hacer es comprar vino? ¿Y si vamos a comprar vino por Internet? El suplicio deja de serlo por grandes razones: la primera porque comprar vino es un placer; la segunda porque es en ese preciso instante cuando la red se vuelve amiga y todo ese embrollo en el que nos metemos para buscar otros productos, se convierte en cercanía, facilidades y descubrimientos imposibles de alcanzar a través de otro medio. ¿Te gusta el vino? ¿Lo disfrutas? Seguro que hay pocas experiencias equiparables a la de los escaparates de vino, bodegas y cultura del vino, como la que Internet trae hasta nuestra propia casa y la que acceder mediante un simple clic.

Quién le iba a decir a nuestros antepasados que comprar y vender vino, que consumirlo, disfrutarlo y vivirlo como lo hacemos ahora, dejaría de ser algo exclusivo… porque decían que el mejor vino estaba reservado para unos pocos y decían que algunos de los mejores se destinaban a celebrar victorias importantes. No cabe duda de que, en la antigüedad, el perfil del consumidor de vino estaba más definido, o por lo menos, muchos tenían muy claro qué vino podían consumir y cuál no.

Desde entonces han pasado los años, han cambiado y mejorado los sistemas de producción y la forma de comprar y vender vino… Han cambiado los perfiles de los consumidores e Internet ha llegado para ponerlo al alcance de todos y con ello, dejar claro que quien quiera, por lejos que esté, solo necesita una conexión a Internet y el vino que más le gusta estará listo en su propia casa casi al instante.

Y con las ofertas de vino que podemos comprar por Internet es posible también saber cuáles son las preferencias de otros consumidores que, como nosotros, tal vez, las hayan experimentado con anterioridad. Entre las ventajas que Internet pone a nuestro alcance no se encuentra solo la de disfrutar de una gran compra, una compra inmediata y cómoda; la posibilidad de conocer otras experiencias de primera mano, de acceder a datos sobre hábitos de compra de vino por Internet de otros usuarios y, sobre todo, de los resultados de un determinado producto, constituye una información de gran valor que puede evitar, bien que cometamos el mismo error, bien, que tengamos la suerte de repetir tan estupenda compra.

A pesar de que los criterios por los que clasificar a quienes compran vino están lejos de los considerados antiguamente, Internet puede hablarnos de cómo son los que acuden a ella para comprarlo o para venderlo; Internet puede explicarnos los gustos de quienes emplean la red para adquirir este producto y enseñarnos cómo son los gustos de los consumidores.

¿Alguien se ha preguntado cuál es el día de la semana más frecuentado para comprar vino por Internet? ¿La franja horaria en la que se realizan estas compras? ¿La edad de quienes las hacen? ¿Hay mayoría de hombres o de mujeres? ¿Qué variedad de vino compra cada uno y cuál es la variedad que más se vende por Internet?

El vino se compra los lunes

De entre todos los datos que la ‘imprescindible’ red nos ha proporcionado hasta ahora, parece que más del 80% de los compradores de vino online, son varones. De este porcentaje, cerca un 50% tienen entre 30 y 45 años y algo más de un 30% tienen entre 45 y 60 años de edad. No sorprende. A pesar de que la gran mayoría de la población está ya familiarizada con este medio de comunicación, parece ser que los usuarios de mayor edad se resisten todavía a algunas de las funcionalidades que nos proporciona.

Un dato curioso que nos deja Internet es que es el lunes a la hora de comer, cuando más se anima el personal a comprar vino. ¿Qué vino? El vino tinto es al parecer el que más se vende online con un porcentaje superior al 70%. Entre las denominaciones de origen más compradas en nuestro país, Rioja, Ribera de Duero y los vinos del Bierzo destacan frente al resto, como lo hacen también, por este orden Madrid, Barcelona y Valencia; tres de los destinos a los que han llegado un mayor porcentaje de las compras realizadas por Internet.

Lejos, muy lejos, está este mercado del vino de aquel otro que representa la botella de vino más antigua del mundo; una botella de 1.650 años de vida que el museo histórico Pfalz, en Alemania, tiene el honor de acoger en su interior desde hace más de cien años. Es posible que sea esta una de las pocas botellas que ni siquiera la gran red puede llevarnos a casa, podemos, sin embargo, acceder a tal oferta, que las reliquias solo aptas para coleccionistas, pueden pasar a un segundo lugar.

Los datos están ahí… y los datos pueden cambiar. Si a algo nos tiene acostumbrados Internet es a la rapidez y a la flexibilidad con las que los productos que se esconden en ella aparecen y desaparecen. Como toda tecnología de posibilidades casi infinitas, Internet lleva aparejada una obligación para quienes desean formar parte de ella y hacerse visibles en sus canales: la constante innovación, adecuación y capacidad de anticipación de sus principales responsables.

Hace ya tiempo que la industria del vino convive con esta exigencia y ha demostrado su capacidad de respuesta y ha encontrado en Internet una de las mejores formas de promoción de sus productos y de expansión nacional e internacional.  Porque  comprar vino por Internet se ha convertido en una experiencia mundial que ha ayudado a la cultura y a la industria del vino a mantenerse como una de las primeras del mundo.