Parece que después de unos años especialmente difíciles, el consumo del vino se recupera. Esta recuperación es un indicador de otros comportamientos, tanto a nivel económico, como a título personal. El vino es siempre bienvenido y disfrutarlo suele ser sinónimo de buen humor. Es agradable. Alivia los momentos más difíciles y alegra los más placenteros.

¿Cómo ha sido el consumo de vino en el mundo durante los últimos tiempos? ¿Cómo avanza este año 2022? Para empezar, parece que, durante el pasado año, Portugal fue el país que más vino por persona consumió. Detrás de él, Francia e Italia, dos países que como ya sabemos gozan de una industria del vino tan rica como potente.

¿Y España? ¿Dónde queda? Nuestro país ha empezado el año con una recuperación del consumo de vino, ha empezado a alejarse del tímido aumento que experimentó en 2021 y más aún de aquel fatídico 2020 durante el cual el sector del vino sufrió, como otros tantos sectores, caídas nunca experimentadas hasta entonces.

El consumo apunta alto

Apenas a seis meses de este año, el 2022 apunta alto. El ámbito económico, cultural y social, destacan el protagonismo del vino. Eterno acompañante de tapas y demás manjares, el vino ha sido, es y seguirá siendo, un factor clave en todo lo que tenga que ver con la vida social y, por lo tanto, con una dinamización de la economía y de las relaciones de cualquier tipo, incluidas aquellas que tienen que ver con el medioambiente.

Dicho esto, no nos sorprenderá entonces, que España se encuentre entre los diez países del mundo que más vino consumen. La razón por la que es difícil que se posicione en niveles superiores no es otra que la imposibilidad de competir con gigantes como los Estados Unidos de América. De momento, tanto países de este tamaño con una población muy superior a la nuestra, como otros menores, como Portugal nos lo ponen difícil. El país luso es, como se ha dicho anteriormente, líder mundial en lo que a consumo por persona se refiere.

Sin embargo, para obtener datos más completos hay que volver al año pasado. El 2022, ha empezado bien para nuestro país, pero si bien el poco tiempo transcurrido permite hacer valoraciones optimistas, no permite que éstas sean todavía las definitivas.

Muchas de las restricciones que se impusieron durante los años pasados como consecuencia de la pandemia y que terminaron durante el pasado 2021 fueron decisivas para poder empezar a hablar de nuevo de recuperación, de aumento del consumo y de los diferentes comportamientos de los consumidores de todo el mundo. De esta forma, EE.UU., Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y España, fueron por este orden, los países que más vino consumieron durante el pasado año. Atrás quedaron Rusia o China, gigantes asiáticos cuyo consumo, eso sí, no dista mucho del de nuestro país. España es, según los últimos informes de la Unión Europea relativos al consumo de vino de 2021, el quinto país europeo y el sexto del mundo.

El consumo de vino de la vecina Francia alcanzó durante el año pasado, los 2.520 millones de litros, o lo que es lo mismo, consumió un 8,6% más que hace dos años, en 2020. Por detrás de Francia, los italianos consumieron algo menos, para ser exactos, muy poco menos, 2.420 millones de litros y, Alemania, que redujo algo su consumo de vino con respecto a 2020, mantuvo su cuarto puesto en la Unión Europea.

El consumo de vino en España

España, pese a ocupar el sexto puesto del mundo en consumo de vino, muestra una evolución positiva y en 2021 consiguió situarse de nuevo en un nivel muy similar al que tenía antes de la pandemia. El consumo de vino en España fue un 10% superior al que se obtuvo en 2020. Otros países europeos que, sin ocupar posiciones relevantes, han visto, sin embargo, aumentar el consumo, son Austria, Rumanía o los Países Bajos. Reino Unido, por su parte, contrasta con los países mencionados porque, a pesar de ser el sexto país del mundo en consumo de vino, mantuvo el registrado en 2021 en un nivel similar al de años anteriores.

Lo que parece seguro es que se estabiliza la tendencia a dejar atrás los momentos duros y menos positivos para la industria vinícola. El vino sigue siendo parte fundamental de la cultura, de la economía, de todo lo social. España lo confirma. La evolución solo puede ser positiva, nuestra industria del vino es una de las mejores y mayores del mundo y, nuestro consumo, también. Los aún pocos meses del presente año se reafirman en los 12 meses pasados del 2021.