Vendimia Comenge 2021

La bodega está preparada y todo el equipo de Bodegas Comenge estamos ilusionados con la cosecha 2021. El año ha sido intenso, complicado en el campo debido a diferentes efectos climáticos. Sin embargo, el equipo de campo, bajo la dirección de Rafael Cuerda, ha sido previsor y ha sabido adelantarse a los posibles efectos adversos. Al menos a casi todos.

Estamos expectantes y con incertidumbre de cara a las próximas semanas, explica Rafa, enólogo de Bodegas Comenge: “Si no cae nada de agua, será una buena vendimia y una gran añada. Nos recuerda a las añadas 2001, 2004, 2009, 2014…. Todas grandes cosechas (en cuanto a calidad) en Ribera del Duero”.

Dos fuertes olas de calor en agosto

En cuanto a la climatología, 2021 se ha caracterizado por una primavera muy lluviosa y un verano seco, en el que se han registrado dos olas de calor en el mes de agosto. En Curiel de Duero se alcanzaron los 37 grados, algo insólito.

Las lluvias de principios del mes de septiembre han ayudado a la maduración de las uvas, pero el tiempo de las próximas semanas, el final de la maduración, es clave.

Una de los aspectos a tener en cuenta durante estos días es la humedad relativa. Si es demasiado alta, podrían producirse complicaciones debido a algunos hongos. Pero en Bodegas Comenge se han hecho los deberes, es decir, se han hecho los trabajos en verde pertinentes para que las plantas estén sanas y aireadas.

“Las bayas de los racimos están más sueltas que otros años, algo muy positivo, y son más largos. Hemos estado probando las uvas y la sensación son estupendas, las uva tienen un riquísimo sabor”, explica Rafa.

Inicio previsto para finales de mes

El momento óptimo de vendimia depende, entre otras muchas cosas, de la degustación organoléptica de las bayas y de los parámetros analíticos en el laboratorio; pero todo apunta a que la vendimia 2021 comenzará a finales de mes con la uva blanca albillo mayor.

Las uvas de albillo proceden de viñas muy viejas y el ciclo viene un poco más tardío que otros años. La percepción es que están perfectas tanto a nivel sanitario como gustativo.

En líneas generales, en la Ribera del Duero, habrá una pequeña merma de producción, debido a las heladas (sobre todo en la zona burgalesa) y a las tormentas que cayeron durante el cuajado. Filomena también hizo de las suyas.

Un año sin Don Miguel

No hay duda de que la nota más desalentadora de la presente añada es que no se producirá el vino Don Miguel Comenge. Nuestra parcela más especial, el Pago de las Hontanillas, situada en una ladera caliza orientada al sur, quedó completamente arrasada por el pedrisco en primavera.

Bayas destrozadas y pámpanos rotos. Un verdadero desastre que tardará tiempo en recuperarse, este invierno la poda será más importante que nunca.

El Pago de la Nava, plantada de Cabernet Sauvignon, también destinada al vino Don Miguel Comenge, fue otra de las ‘elegidas’ por el granizo. En total han sido 5 Ha. con el 100% de pérdidas.