Seguramente alguna vez alguien te ha regalado una buena botella de vino, pero no tienes tiempo para organizar un buen banquete en la que degustarla; o bien te apetece ir a ese restaurante del que has oído hablar tan bien, pero no te llega a convencer la carta de vinos. O simplemente, te apetece degustar un buen vino de tu colección en un sitio diferente por una ocasión especial. Ahí es cuando nos preguntamos: ¿pero podemos llevarnos nuestro vino al restaurante? Aunque pueda parecer que no, eso ya no es un problema, ya que existen cada vez más restaurantes que ofrecen la posibilidad del descorche. ¿Aún no sabes qué es?

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El descorche es una práctica en la que cliente lleva su propia botella al restaurante y es servida por el personal con el mismo cuidado y atención que uno de su carta. Normalmente tiene un coste de aproximadamente 10€, aunque el precio puede variar e incluso puede ser gratuito en algunos casos.

La idea proviene de los países anglosajones (donde es conocido como paying corkage) y cada vez tiene más adeptos, aunque en España todavía nos da un poco de reparo tanto llevar nuestra botella, como llevarnos la que pedimos en el mismo restaurante si no la hemos terminado. Se trata de dos servicios que están ahí para nosotros que, como clientes, debemos aprovechar.

¿Qué gana el cliente y el establecimiento?

Por su parte, el cliente puede disponer de un vino propio sin necesidad de pagar una alta cantidad por uno de los ofrecidos en la carta. En este caso el ahorro económico es importante, aunque también tiene como ventaja el poder disfrutar de nuestro vino favorito siempre que queramos sin tener que ceñirnos a una oferta que, en ocasiones, puede ser limitada.

El establecimiento obtiene como beneficio el importe del descorche. Obtiene el ingreso extra de una botella que en realidad no le ha supuesto ningún gasto.

Unos breves consejos

De todos modos, antes de presentarte en el restaurante con tu botella, debes tener en cuenta una serie de consejos:

  • Pregunta en tu restaurante. Contacta con el establecimiento para preguntar si es posible realizar el descorche, cuáles son las condiciones, el precio, etc. El coste del descorche puede negociarse con el local en función del número de comensales, el número de botellas, etc.
  • No lleves un vino que esté en la carta. De lo contrario, estarás dejando claro que tu interés es meramente económico. Contacta con el local para que te informen acerca de los vinos que ofrecen.
  • Da a conocer el vino a los encargados. Se trata de un gesto amistoso que, sin duda, los dueños del establecimiento tendrán muy en cuenta. Si es vino que no conocen y resulta de su agrado, puede que se convierta en una opción a incluir dentro de su oferta.
  • Deja propina. Aunque sea una práctica habitual, es recomendable tener un gesto con el establecimiento por haberte facilitado llevar tu propia botella.
  • Pedir consejo. Aunque tú lleves el vino, no dejes de consultar al camarero acerca de qué tipo de plato es más aconsejable para el maridaje.
  • No lleves un vino barato. Intenta llevar un vino que esté al nivel de los ofrecidos en la carta.

Aunque todavía tenemos que esperar un poco a que esta práctica se vaya normalizando en todos los restaurantes, ya no hay excusa para no disfrutar de un buen vino Ribera del Duero de nuestra bodega en tu restaurante favorito. Pierde la vergüenza, sigue nuestros consejos, y ¡llévanos contigo!