Hemos hablado en varias ocasiones de los maridajes posibles con nuestros vinos ecológicos. Son muchas las opciones y varían en función de lo atrevido que puedas llegar a ser.

Pero esta vez, vamos a ser clásicos y a proponer ideas para catar los vinos de Bodegas Comenge con el rey de la dehesa española: el cerdo.

Ya se sabe que de este animal se aprovecha todo, hasta los andares. Y nosotros también aprovechamos nuestro paso por Madrid Fusión para organizar una cata junto a la empresa de ibéricos Montaraz.

Los maestros de ceremonias fueron nuestro director técnico y enólogo, Rafael Cuerda, y el director comercial de Montaraz, Benito Trenado; acompañados por parte del equipo de bodega, Álvaro Comenge y Pilar Hernández Coloma.

Pero antes comenzar a salivar, ¿sabías que la elaboración de los ibéricos no es tan diferente a la del vino?

Vale, quizás suene exagerado, para ambos procesos requieren de unos tiempos, el clima es fundamental y el terreno, donde se nutren tanto las uvas como los cerdos.

 

El vino y el cerdo, viñedo y dehesa

En Bodegas Comenge trabajamos en ecológico desde 2003, nuestros viñedos y vinos están certificados.

En Montaraz, los cerdos campan libres por la dehesa extremeña, alimentándose de bellotas, y sus productos son 100% naturales.

Los vinos dependen del clima, del terroir, de la variedad y de la mano del hombre. Los productos ibéricos, igual.

En este caso, se crían en Extremadura, la curación y el secado tanto se realizan tanto en esta región como en Salamanca. Y el resultado es totalmente diferente, ya que en Olivenza, el clima es más húmedo y caliente y en Salamanca más seco y frío.

Otras semejanzas:

  • En el mundo vinícola hablamos de la crianza, en el ibérico de la curación.
  • Si existen vinos jóvenes, crianzas, reservas, hay jamones de bellota, de cebo de campo y de cebo.
  • Si hay tintos, blancos y rosados, también diferentes embutidos y carnes.
  • Y si en nuestros vinos embotellamos paisaje, los productos de calidad del cerdo, hablan de la dehesa.

 

Maridajes ibéricos

Solemos acompañar el vino tinto con quesos, una armonía muy acertada (en función de las características de cada uno). Pero también con jamón, aunque este no es el mejor maridaje.

Por eso, para el jamón ibérico de Montaraz, curado en Extremadura, Rafael Cuerda, eligió Carmen by Comenge. Una armonía clásica y que funciona.

Es un clarete de parcela, elaborado con las dos uvas por antonomasia de la Ribera del Duero: tempranillo y albillo mayor. También lleva algo de garnacha y de valenciana (bobal), y que se mantiene en algunos de nuestros viñedos más antiguos.

La uva blanca está muy presente con aromas a pera, que hacen que el jamón sea el bocado perfecto, donde la grasa natural se funde con la frescura, la acidez, la viveza y la sutileza aromática de Carmen. Un vino muy gastronómico.

Después llegó el lomo ibérico, curado en tripa de vaca, con más tiempo de curación. Montaraz se declara fiel defensor del origen, y este fue el vino elegido: Comenge El Origen 2019. Nueva añada en el mercado, catalogada como excelente. Un vino que recuerda al olor de una cesta de moras recién cogidas, como indicaba Rafael Cuerda. Una perfecta combinación.

Para un solomillo ibérico a la plancha, sin nada más que la calidad de esa carne, sin florituras, le corresponde un vino con estructura, más sedoso, que aguante bien la grasa natural de esta pieza del cerdo. Ese es Familia Comenge 2018.

Y para terminar, lagarto ibérico. Una parte del cerdo muy grasa, pegada al lomo del tocino y muy cotizada. Solo se consiguen 60 gramos de cada animal. Una carne muy jugosa, que simplemente a la plancha, con unas escamas de sal, adquirió aún más grandiosidad con la joya de nuestra corona: Don Miguel Comenge. Un vino único que solo se elabora en años excepcionales, que fermenta con nuestra propia levadura y se cría en barricas de roble francés durante 30 meses.

Los maridajes pueden ser por afinidad o por contraste, teniendo en cuenta también multitud de factores como el área geográfica.

Aquí se optó por armonizar productos del cerdo 100% naturales, con vinos ecológicos. Nada podía salir mal.

Gracias a nuestra Brand Ambassador, Pilar Hernández Coloma, por hacer posible esta sinergia y a Montaraz por aceptar la propuesta y ofrecernos la oportunidad de presentar nuestros vinos con sus sabrosos productos en un marco como Madrid Fusión, congreso global de la gastronomía.