En el año 2009 la Red Europea de Ciudades del Vino (RECEVIN) decretó un día dedicado al la práctica del enoturismo con el fin de poner en valor la relación entre el vino y el territorio.

Desde entonces, cada año el fin de semana después de la festividad de Los Santos, miles de bodegas, centros y entidades relacionadas con el mundo del vino organizan una serie de actividades para dar a conocer una parte de la cultura que está íntimamente relacionada con la tradición y el arraigo.

Aunque en España las Rutas del Vino cada vez están más en boga, hay otras zonas vitivinícolas mundiales que nos llevan años de ventaja en cuanto a la creatividad y al marketing enoturístico se refiere.

Francia

Recientes estudios llevados a cabo por el Observatorio de Turismo de las Rutas del Vino revelan que las cifras de turistas del vino son muy parecidas en Francia que en España, sin embargo, el tiempo de estancia de los turistas en el país vecino es considerablemente superior. ¿Por qué? Mayores y mejores reclamos para quedarse en un lugar y disfrutar no sólo del vino en sí, sino también de un sinfín de actividades relacionadas con el mismo.

En definitiva, la creación de sinergias con el entorno. Degustaciones en bares de vinos, visitas a pequeños vigneros, festivales de música donde el vino tiene un papel protagonista, rutas ciclo-turísticas perfectamente demarcadas y señalizadas… Hacen que en Francia el enoturismo se convierta en un reclamo vacacional, al igual que el turismo de sol y playa en España.

Valle del Napa, California

Si hay un lugar en el mundo referencia en la oferta enoturística es Nappa Valley, en el estado de California. Cada año, unos 5 millones de turistas recorren la costa oeste estadounidense para conocer los buenos vinos que allí se elaboran, unos espectaculares paisajes y unas bodegas que parecen auténticos museos del vino.

La mayoría de los visitantes son ‘de casa’, con un nivel académico y adquisitivo alto y con muchas ganas de aprender (y de contarlo después). Decenas de autobuses llegan cada día a las bodegas más reconocidas, para después comer en algunos de los restaurantes de calidad que completan la oferta, relajarse en los Spa o concluir la jornada en las distintas zonas comerciales. Un auténtico negocio en torno al turismo del vino que da empleo a miles de personas.

Para dar a conocer todo el entramado y la oferta turística existente, tanto las bodegas como otras empresas vinícolas invierten en promoción y márketing una parte importante de sus ingresos.

En Bodegas Comenge hemos sido conscientes desde el inicio del gran potencial del enoturismo, nuestras puertas han estado siempre abiertas para mostrar a los visitantes las particularidades de nuestros vinos. La idea es clara, el enoturismo no es sólo vino, es mimetizarse con el torno, ‘vivir’ el viñedo, disfrutar del medio para entender por qué hacemos lo que hacemos y es educación. Hay mucho más en una botella de Bodegas Comenge que vino, hay un paisaje, un trabajo, una pasión.

El próximo sábado 7 de noviembre nos sumamos a las iniciativas que se proyectan en la Ribera del Duero para celebrar el Día Europeo del Enoturismo con dos visitas especiales, una  a las 11.00 horas y otra a las 13.00 horas,  en la que podrás conocer nuestra última creación, Familia Comenge, así como algunos vinos sacados directamente del depósito y Don Miguel Comenge 2011, que ha obtenido 91 puntos Parker. El precio es de 10€/persona y requiere inscripción previa en visitas@comenge.com.

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