Siempre se ha escuchado que la luna influye en el crecimiento del pelo. Es un concepto holístico que va unido a la influencia de la subida de las mareas. Si el océano crece y decrece en función de la luna, ¿por qué no creer que también lo haga el cabello?

¿Y en el caso de las frutas y hortalizas? Parece ser que también.

La luna tiene cuatro fases: llena, nueva, creciente y menguante.

  • Durante la luna nueva, la savia desciende y tiende a concentrarse en la raíz
  • En la luna creciente, se concentra en tallos y sarmientos y es cuando se producen los procesos acelerados y fermentaciones más rápidas
  • En luna llena, asciende hacia brazos, sarmientos y frutos
  • Y en cuarto menguante vuelve a descender al tallo y se producen los procesos más pausados

Pero y ¿qué ocurre cuando se produce la Superluna? En 2022 ha sido posible verla el 14 de junio, la Superluna de fresa. La luna adquiere un tamaño que no es habitual porque cuando está realizando el giro sobre la Tierra, ésta no está en su centro.

La vemos más grande y está más cerca de nosotros. Esto, según la agricultura biodinámica, influye más en las plantas; pero es recomendable no realizar ningún trabajo en el campo.

 

Agricultura biodinámica

Los certificados de agricultura ecológica y vino ecológico están regulados a nivel europeo. Para conseguir los sellos acreditativos, se debe auditar la viticultura, los procesos de bodega y los productos enológicos empleados.

En el caso de los vinos biodinámicos, no existe ni una definición oficial ni una certificación pública. Las empresas que se encargan de certificar estas prácticas son privadas, la más conocida es Demeter.

La aplicación de técnicas biodinámicas está más bien relacionada con la filosofía del propio productor y su experiencia, el ‘prueba-error’, pero con una base sólida de investigación posterior, documentación y experiencias.

Como en todo, existen diferentes niveles de implicación, pero los más puristas aplican al pie de la letra todo lo estipulado por este tipo de agricultura y realizan todas las labores según marca el calendario biodinámico.

Por otro lado, la agricultura ecológica y biodinámica prohíben usar productos sintéticos, pero ésta, además, recomienda el uso de unos preparados naturales para mejorar la calidad y vida del suelo y de la planta.

Se suelen elaborar con componentes del propio ambiente, para que se integren adecuadamente en el sistema, para evitar plagas y para introducirse en la planta sin ejercer mucha presión.  Así se mantiene el ecosistema y nos estamos refiriendo a hierbas, ortigas, flores de diente de león o minerales, mezclados con agua en proporciones muy bajas.

Uno de los preparados que más llaman la atención es el 500, que consiste en llenar cuernos de vaca a principios de otoño con estiércol sin paja, que se entierran en el suelo hasta primavera. De esta manera se aporta al terreno multitud de nutrientes de forma completamente natural.

En base a esta agricultura, el viticultor debe equilibrar a diario la vida, la tierra y los cuerpos celestes, sobre todo de la luna. Es algo que ha existido siempre, los más antiguos lo recordarán: los viejos bodegueros vinculaban las fases de la luna a los procesos de decantación y estabilización de los vinos.