Realizar una escapada de enoturismo es la mejor manera de disfrutar no sólo de los mejores vinos de España, sino de toda la oferta turística que la rodea. Nuestro país, como buen productor de vino, tiene una amplia oferta de enoturismo muy variada y de gran calidad. Si eres amante del vino y aún no te has decidido, no esperes más y anímate a descubrir el vino desde dentro, a conocer cómo se produce, y todos los secretos y curiosidades que guarda. ¿Sabes por dónde empezar?

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1. Olvídate del estrés. Estas escapadas están para disfrutar al máximo de manera pausada y tranquila. El entorno de las bodegas y viñedos son lugares apacibles y sosegados donde resulta muy sencillo desconectar con la vida diaria y conectar con la naturaleza.

2. Infórmate y reserva antes de ir. A nadie le gusta que se le tuerzan los planes o que la cosa no salga como uno esperaba. No sería agradable que, una vez en la bodega, esté cerrada o no exista ninguna posibilidad de visitarla ese día. Por ello, te recomendamos que, antes de iniciar tu viaje, te pongas en contacto con la bodega que quieras visitar para reservar y cerciorarte de cómo es la visita, qué te van a ofrecer, etc. Para exprimir al máximo tu visita, te recomendamos concertar una visita guiada, la mejor manera de conocer a fondo la bodega y todos los secretos del vino.

Todas estas gestiones pueden realizarse por Internet en la misma web de las bodegas, por lo que no gastarás tiempo ni dinero, y te ahorrarás un posible disgusto. Además de las diferentes webs de las bodegas, puedes contactar con ACEVIN (Asociación Española de Ciudades del Vino), o ACTE (Asociación para la Cultura y Cambio de Turismo) para obtener más información sobre enoturismo.

3. Sácale el máximo partido a tu visita manteniendo una participación activa. No hace falta ser un experto, el enoturismo está para descubrir y aprender, así que no dudes en preguntar todo lo que desees saber y en aprovechar todo lo que se te ofrece. Se trata de una experiencia multisensorial en la que jugar con nuestros sentidos y aprender a diferenciar colores, sabores, aromas… Un consejo: ese día no optes por un perfume demasiado fuerte, podría enmascarar los olores de los vinos.

4. Ábrete a otras experiencias. Aunque sea lo más característico, catar vino no lo es todo en una visita enoturística. Esta experiencia está compuesta por una serie de factores que la enriquecen y la hacen aún más atractiva: atrévete a vendimiar, a pisar la uva, u opta por  algún tratamiento de vinoterapia, ¡te quedarás como nuevo!

5. Descubre el área de la bodega. Anímate a descubrir los museos, a realizar rutas de senderismo, asistir a ferias de artesanía o gastronómicas, etc. En estas áreas hay una amplia oferta cultural y deportiva que no deberías dejar escapar durante tu estancia.

6. Y por supuesto, ¡no te vayas sin tu vino! Gracias a la cata de la visita podrás descubrir cuál te gusta más y poder llevártelo directamente desde allí. ¡Todo un lujo!

7. Si bebes, ¡no conduzcas! Esta experiencia consiste en disfrutar del vino, pero siempre con un consumo moderado. Tu escapada tiene que ser inolvidable, pero no por acontecimientos desagradables. Ten en cuenta lo que bebes si sabes que vas a coger el coche después.

Como ves, disfrutar del enoturismo es fácil si sabes cómo. En Comenge te ofrecemos una experiencia única en la que podrás probar nuestros vinos, conocer su historia y su modo de producción, y realizar otras actividades que harán de tu visita algo único e inolvidable. Consúltanos y ¡haz ya tu reserva!