Como en muchas otras industrias, en la del vino, la tecnología tiene mucho que decir y mucho que aportar a buena parte de los pasos que tienen lugar a lo largo de todo el proceso de de elaboración del vino, desde el primero de ellos hasta el último.
Hoy nos detenemos precisamente, en uno de esos últimos pasos para acercarnos lo que la tecnología aporta al etiquetado y capsulado de vinos, porque de ellos depende a menudo la última decisión de compra y en sus manos está también, evitar falsificaciones que podrían terminar con la buena reputación e imagen de una marca o una bodega en concreto. El vino y todo lo que él encierra se valen afortunadamente, de la tecnología demostrando que la tradición no está reñida con la modernidad, sino todo lo contrario.
Botellas de vino y últimos sistemas de etiquetado
Pero además de hacer frente a las posibles falsificaciones, la etiqueta de una botella de vino cumple la función de trasladar una imagen al consumidor; una imagen con la que el comprador sea capaz de imaginar sabores y olores y una imagen que deberá, en la medida de lo posible, aportar toda una serie de datos que avalen la calidad del producto y responda por lo tanto, a las expectativas que han depositado en una botella de vino quienes la van a consumir. Es muy posible igualmente, que estas expectativas pasen además, por concederle importancia al respeto al medio ambiente practicado por la bodega que lo produce. Todos estos datos pueden y en ocasiones deben estar contenidos en una etiqueta y en una cápsula.
El sector vinícola es muy consciente de las crecientes estrategias llevadas a cabo para falsificar y crear confusión en la identificación del vino. Por esta razón, es consciente de la misma manera, de la importancia de un etiquetado correcto que cumpla con las regulaciones en materia de vino. En este sentido, son varias la empresas dedicadas a crear etiquetas innovadoras que den fé del producto al que identifican.
Aunque las diferentes regulaciones de los países en los que se elabora y comercializa este producto, convierte al etiquetado en tarea difícil, existen mecanismos que garantizan la autentificación del vino.
¿En qué consisten las innovaciones tecnológicas destinadas a autentificar un vino?
La tecnología desarrollada para evitar este tipo de fraude en el sector del vino, ha sido pensada para ser aplicada tanto a los envases, como a las etiquetas. El objetivo es asegurarse de que el producto contenido en una botella es original y responde a las características descritas en su etiqueta; es decir, asegurarse de que el producto no ha sido alterado.
Existen etiquetas que incorporan una memoria con capacidad para almacenar miles de datos, tanto acerca de las propias características del producto, como de otra serie de factores que forman parte de su proceso de producción, entre ellos: números de serie, codificaciones relativas al lugar geográfico en el que ha sido elaborado o fechas de caducidad.
Pero junto a las últimas innovaciones en materia de etiquetado, existen también mecanismos desarrollados para identificar si una botella ha sido abierta y rellenada o no y, por lo tanto, son capaces de identificar si la botella ha sido ilegalmente manipulada a lo largo de su recorrido en la cadena de producción.
El empleo de toda esta tecnología es sin duda de gran ayuda para las bodegas. Con ella, se benefician tanto los productores como los consumidores. Los primeros, pueden ver en ella una gran ventaja frente a su competencia; los segundos, pueden estar seguros de comprar con todas las garantías.
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