Barrica: tonel utilizado para elaborar y conservar el vino. Así define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el recipiente, habitualmente de madera, que contiene el vino que después se repartirá en botellas, para más adelante servirse en nuestra mesa y acompañar nuestros platos.

Venimos hablando de tan noble bebida desde un punto de vista gastronómico; lo hemos hecho también en relación al clima y a los cambios que afectan a las cosechas de buena parte del mundo; hemos hablado de los envases y de maridajes y, hoy, lo hacemos en relación al bricolaje y a la decoración… Pocos son los sectores en los que el vino o sus accesorios no puedan participar.    Y es que, si las mismas botellas pueden servirnos como elemento decorativo, ¿cómo no van a hacerlo las barricas en las que se almacenan litros y litros de vino? ¿Hay alguien a quien no le parezcan bonitas las bodegas?

maceta

Como en todo, habrá quien piense que es necesario echarle imaginación, pero ya lo dijo Einstein: El verdadero signo de la inteligencia no es el conocimiento, sino la imaginación, así que hoy, en nuestra búsqueda de ideas originales, seremos especialmente creativos. Para quienes sean capaces de ver belleza y elegancia en una barrica de vino, pero nunca hayan pensado en emplearla más allá de los límites de su bodega, seguro que les gusta la idea de poder contar con ella como objeto decorativo.

De una barrica de vino pueden obtenerse bonitas macetas, dividiéndola por la mitad. Pueden añadirse elementos decorativos de bronce o metal a gusto del artista y colocarlas después en un espacio abierto como un porche o en la entrada de la casa.

bar

El que prefiera emplear la barrica como objeto decorativo de interior, que sepa que tan rústico objeto puede convertirse en un par de butacas, ¿cómo? Dividiendo la barrica en dos pero en esta ocasión, cortándola en diagonal con el fin de conseguir dos asientos con respaldo. Una vez hecho esto y, probablemente, con la ayuda de algún experto en bricolaje, no hay más que añadir un cojín a cada uno de los asientos.

Otra forma de reciclar una barrica de vino para convertirla en un mueble tan útil como decorativo, es abriendo una puerta en alguna parte de su perímetro y colocando una balda en su interior, transformándose así, por ejemplo, en un pequeño y original mueble bar.

Si el objeto de deseo es una mesa baja, la barrica puede transformarse en una de ellas dividiéndola en dos partes, colocando una de ellas boca arriba y cubriéndola con un cristal, o una tabla, por ejemplo.

bodega

Pero conscientes de que cualquiera de estos trabajos de recuperación y reciclaje necesitan de las manos de un profesional, os invitamos a que investiguéis las incontables formas de aprovechar un elemento tan indispensable para la industria del vino; un sector que demuestra día a día, que puede estar presente en cualquier rincón de nuestra vida.