“Pedazo de papel, cartulina u otro material parecido que se pega o sujeta sobre una cosa para indicar lo que es, lo que contiene u otra información relacionada con ella.” Esa es la definición de la RAE de etiqueta. Pero en muchos sectores, como el del vino, sabemos que es mucho más que eso. Es nuestra primera presentación ante un posible cliente que puede no saber nada de nosotros.

Tiene que conjugar información y estética. Y, por supuesto, reflejar nuestra marca, nuestros valores, la calidad de nuestro vino. Y, en muchas ocasiones, con las limitaciones que parten de la legislación pertinente, además de otros aspectos como la cantidad de botellas que elaboremos, el papel que empleemos, los acabados…. Multitud de detalles que tienen que ver en el resultado final y que pueden sumar valor a nuestro producto.

Aquí cobra protagonismo otro parámetro estilístico que muchas veces no tenemos en cuenta: la TIPOGRAFÍA. Una tipografía bien elegida además de transmitir el mensaje que tiene escrito, habla de nosotros, de nuestra marca, valores y propósitos. Entonces, si tiene tanta importancia, habrá que tener un poco de cuidado al elegirla, ¿no?

A continuación, os vamos a dar algunos datos generales de lo que transmite cada estilo de tipografía. Nos puede servir de punto de partida para elegir la nuestra.

  • Las tipografías redondeadas transmiten cercanía, son perfectas para proyectos desenfadados o productos hechos a mano.

 

 

  • Las letras con serif, o lo que quiere decir que las letras no acaban en forma recta o redondeada, sino que tienen un adorno (una serifa). Transmiten mucha seriedad, tradición y elegancia.

 

 

 

  • Las sans serif, o sin adorno en las letras, son tipografía con mucha personalidad. Transmiten seriedad y modernidad. Están muy de moda, sobre todo en formato negrita con separación amplia entre las letras.

 

 

  • Las sript tienen ligaduras entre las letras, que parecen estar escritas. Suelen usarse para títulos. Transmiten cercanía, afecto y creatividad.

 

  • Y por último las display o decorativas son las tipografías creadas normalmente para un fin específico. Se podría incluso sacrificar un poco la legibilidad.

 

 

Tras estas nociones sobre tipografías, podemos empezar a ver lo que queremos transmitir desde Bodegas Comenge: seriedad, tradición, modernidad y elegancia. Son algunas características que describen nuestra marca y nuestros vinos.

Una vez ya tenemos como punto de partida la tipografía es preciso adecuarla a lo que queremos transmitir. Algunos buscan visibilidad, otras quieren resultar informativas detallando diferentes aspectos del vino (variedad, forma de elaboración, suelo…), otras buscan reconocimiento, diversión, tradición…. Todas las opciones son válidas y la creatividad está al servicio de ellas.

Aquí podemos ver algunos ejemplos:

 

Cambio de etiquetas en Bodegas Comenge

Esta ha sido la evolución de la imagen de nuestros vinos:

La línea creativa era bastante uniforme, la estética resultaba atractiva y la imagen de la bodega daba un toque diferencial y único.

Pensamos en acentuar los valores familiares y ecológicos de Bodegas Comenge y por ello, realizamos un rediseño, buscando elegancia, naturalidad y calidad, valores que también queremos que comuniquen nuestros vinos.

El resultado fueron unas etiquetas con una clara línea que demuestra unidad y modernidad. Incluir el sello de la bodega remarca la familiaridad y la tradición de Bodegas Comenge.

Tenemos que ser conscientes de que en muchos momentos las botellas serán la primera impresión que un cliente potencial tendrá sobre la bodega. Nuestras etiquetas hablarán por nosotros. ¿Qué quieres que digan?