La diversidad de tipos de uva que se emplean para vinificar en España es muy amplia. Según las regiones, se apuesta más por las variedades autóctonas de esa zona o por otras foráneas que se han introducido hace años.

Como ya hemos comentado en varias ocasiones en este blog, antes de plantar una variedad, es fundamental tener en cuenta aspectos como la climatología, la altitud, el tipo de suelo y, claro está, el vino que se quiere conseguir.

Variedades que necesitan ciclos largos para terminar de madurar, es decir, otoños largos y secos, se suelen dar más en zonas como por ejemplo Galicia. Otras de ciclo corto, en diversas zonas de nuestro país, directamente se pasifican con facilidad.

La uva Merlot, Cabernet Sauvignon o Syrah, en cuanto a tintas; o la Chardonnay o Sauvignon Blanc, con respecto a las blancas, son variedades extendidas en España. Estas se emplean bien para elaborar vinos mono-varietales, pero también para mezclar con otras uvas españolas como el Tempranillo.

Pero esta práctica, ¿se extrapola de igual forma fuera de nuestras fronteras?, ¿podemos encontrar variedades españolas en el viejo continente o el nuevo mundo?

Lo cierto es que es difícil encontrar vinos elaborados con uvas españolas, como la Verdejo o Albariño en el viejo continente; pero no así en los países denominados del ‘Nuevo Mundo’.

Albariño en California

Ya a finales de los años 90 y principios de los años 2000 algunas bodegas pequeñas bodegas comenzaron a plantar esta variedad gallega en el Valle del Napa californiano. A partir de 2005 esta práctica se ha vuelto algo más común, tras ver que la variedad se adapta muy bien en algunas zonas, haciendo una precia selección clonal.

Verdejo en Australia

Parece ser que a los jóvenes australianos les gusta las características de la variedad Verdejo española y Verdelho portuguesa. Entusiasmados por los vinos blancos jóvenes frescos, con chispa y fáciles de beber el Barossa Valley, al sur de Australia, se ha convertido en un emplazamiento de moda para la verdejo.

Tempranillo en Oregón, Sudamérica y Australia

La uva Tempranillo, la variedad reina de la Denominación de Origen Ribera del Duero, no sólo se cultiva en prácticamente toda España -con distintas acepciones- sino que también es empleada en el Douro portugués (Tinta Roriz) y en los países del Nuevo Mundo.

En la actualidad, se están produciendo algunos vinos de calidad con la uva Tempranillo en la zona de Oregón, en el Valle de Umpqua; así como en los Valles McLaren y las Colinas de Adelaida, en Australia.

Aunque menos conocidas, también se cultiva la Tempranillo en Chile, Perú y Uruguay. En este último país, por cierto, se le conoce como ‘Valdepeñas’, al igual que en California.

Garnacha o Grenache

La uva Garnacha es la variedad más extendida en España y se atribuye su origen a nuestro país, aunque realmente es algo incierto.

De lo que no hay duda es que una variedad bastante versátil normalmente empleada para la elaboración de vinos de mezcla con otras uvas internacionales. Fuera de España, su máximo exponente se encuentra al sur del Ródano, en la demarcación de Châteauneuf-du-Pape.

Tampoco hay que olvidar los vinos de Garnacha producidos en Cerdeña – conocida como Cannonau- , en el Valle de McLaren en Australia y en el Valle de San Joaquín de California.