La vendimia es uno de los momentos más importantes para cualquier bodega. Recoger los frutos que se llevan cultivando todo el año con esmero y cuidado, para iniciar el proceso de elaboración del vino y la posterior crianza.
Durante todo el ciclo vegetativo, pensamos a medio y largo plazo, no solo en la vendimia del año, sino también en los años venideros. Sin embargo, los últimos 3 meses son cruciales, pues es el momento en el que las uvas crecen y se desarrollan. Para conseguir uva sana y de máxima de calidad es preciso realizar un importante trabajo en el viñedo en los meses previos a la recogida del fruto.
1. Despampanado y espurgado: consiste en eliminar el exceso de brotes que han aparecido, sobre todo, en el tronco y brazos que no nos interesan este año, también llamados ‘chupones’. El objetivo es evitar un exceso de uvas y vegetación. Se lleva a cabo alrededor del mes de abril-mayo, que es el momento en el que la vid despierta de la parada vegetativa y cuando empiezan a nacer los brotes de este año.
Desbrozado: eliminar las malas hierbas localizadas sobre todo entre las cepas, pues causan una gran competencia por el agua en climas secos.
No nos referimos a la cubierta vegetal que en Bodegas Comenge dejamos crecer, sino de las malas hierbas que aparecen en la parte inferior de las cepas y que no aportan ningún beneficio. Una vez la savia empieza a circular, las raíces toman el agua, los nutrientes y estas hierbas se aprovechan de ello.
2. Segar la cubierta vegetal: en viñedos pobres y con poco vigor es preferible segarla en el momento de la floración para que pueda crecer correctamente. En los que tienen algo más de rendimiento podemos esperar unas semanas más. El objetivo no es otro que evitar la competencia por el agua.
3. Despuntes: se corta la parte superior de los pámpanos para reducir la producción de hojas de la planta y mejorar la distribución de la canopia.
4. Poda en verde: consiste en prescindir de algunos racimos en caso de que haya exceso de uva para dejar una carga equilibrada, que permita obtener unas uvas de mayor concentración de aromas y sabores.
5. Aclareo: se elimina parte de las hojas para mejorar la aireación de los racimos, así como la exposición al sol y de la misma forma, la sombra.
6. Ataques fúngicos: Entre el cuajado y el envero hay que realizar tratamiens contra ataques fúngicos, más preventivos que paliativos. Se trata de prevenir algunas enfermedades que afectan a la vid como mildiu, oídio o botrytis, que comprometen el buen desarrollo de la planta y su actividad fotosintética. A medida que se acerca la vendimia, se realizan con menos frecuencia.
7. Muestreo: se toman muestras de las bayas para conocer su evolución que están teniendo y poder prever el momento óptimo de vendimia. Se evalúa la cantidad de azúcar acumulada y la maduración de la pepita. Para poder obtener resultados fiables se toman muestras de diferentes puntos del viñedo, diferentes exposiciones, de la parte superior, inferior…. Para hacer un resultado generalizado.
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