Quizás los amantes del buen vino consideren un sacrilegio mezclarlo con cualquier otra bebida alcohólica o zumo o frutas o… lo que se conoce como cóctel.
Sin embargo, cada vez son más las coctelerías que apuestan por combinados con base vínica, o bien innovando y creando sus propios cócteles, o bien versionando los más conocidos, pero con un blanco, un rosado, un espumoso, un tinto, un dulce, un fortificado…
Y no nos referimos al calimocho o la sangría, bebidas populares de nuestra cultura, sino a cócteles bien preparados y de excelente calidad.
Los más conocidos
Ir a Italia y asistir a no un ‘aperitivo’, significa no vivir ‘una giornata all’italiana’. No se celebra precisamente a la hora que lo tomamos en España, sino a partir de las seis de la tarde. Muchos bares ponen un buffet a sus clientes, durante unas tres horas, por el que pagan una media de ocho euros, en función de la bebida.
Es muy típico beber Spritz, una bebida a base de un licor de naranja amarga, ruibarbo, genciana y quina (el más habitual es Aperol), mezclado con prosecco (o cava brut), agua con gas y hielo. Se suelen añadir rodajas de naranja para decorar.
En Europa, es tradición tomar el vino caliente en los meses invernales o navideños, el famoso ‘glühwein’. Se prepara con vino tinto dulce condimentado con canela, clavo, pimienta, nuez moscada, cardamomo, naranja, limón y azúcar.
El vino caliente es una bebida preparada con vino tinto dulce. Para elaborarlo, se le agrega pimienta, canela, clavo, cardamomo, anís, nuez moscada, limón, naranja y azúcar. Es muy típica en invierno y Navidad en muchos países del centro de Europa.
Otro muy conocido es el cóctel Mimosa, a base de champagne o cava y zumo de naranja.
Vinos de Jerez y Oporto
Los vinos de estas dos denominaciones de origen cada vez se usan más en la elaboración de cócteles, sobre todo la de Jerez. Los amontillados, finos y olorosos, son fáciles de encontrar en alguna carta de coctelerías de nuestro país.
Son vinos que combinan muy bien con ron, whisky o brandy. Al fin y al cabo, el brandy de Jerez se elabora con la misma uva, con palomino.
En Portugal, desde hace un tiempo, puedes pedir un Porto Tónico (portonic). Para ello, optan por el Oporto blanco seco con tónica. Se puede aderezar con limón, lima o algunas otras especies, como el cardamomo, como si de un gin tonic se tratase. Y es que solo se diferencia por cambiar la ginebra por vino. Un cóctel muy de moda en el país luso y con menos graduación alcohólica.
Cócteles by Comenge
Los cócteles con vino, no implica el uso de vinos de mala calidad, al contrario. Aunque habrá muchos que no estén a favor, son muchas las posibilidades para los más atrevidos, y con menos alcohol que los destilados.
Los vinos blancos y rosados son los que más se prestan a las recetas de cócteles refrescantes.
Por ejemplo, nuestro rosado Carmen by Comenge, podría usarse para versionar un clásico Margarita. 30 ml de tequila, 15 ml de tripe seco y 120 ml vino rosado.
También se podría tomar con nuestro Colección Comenge Verdejo. O si no, versionar el clásico mojito. Se sustituye el ron blanco por verdejo, con un poco de azúcar, jugo de lima, hielo picado y uvas para decorar.
Y para un tinto como Biberius, que representa el carácter alegre y fresco de la variedad tempranillo, proponemos mezclarlo con frutas rojas como granada y arándanos, hielo y un palito de regaliz para decorar.
La cuestión es atreverse y probar (con un poco de conocimiento), como con los maridajes. En este caso, se trata de armonías líquidas, con las que equilibrar o potenciar aromas y sabores.
Deja tu comentario