La ecología, según la RAE es la “ciencia que estudia los seres vivos como habitantes de un medio, y las relaciones que mantienen entre sí y con el propio medio”. Si está definición se extrapola a los vinos ecológicos, quiere decir que la obtención del Certificado de Agricultura y Vino Ecológico va mucho más allá de las técnicas de producción, los tratamientos que se realizan en el campo o los productos enológicos empleados durante la elaboración del vino.

La definición de ‘ecológico’ cuando nos referimos a un vino está indisolublemente unida al respeto por los ecosistemas, por el medio ambiente y por los seres vivos que lo habitan.

En Bodegas Comenge, aunque desde la creación del proyecto siempre trabajamos de forma respetuosa con el entorno, fue en 2003 cuando comenzamos a trabajar 100% en ecológico en nuestros viñedos. Fuimos pioneros en el empleo de técnicas orgánicas en la zona, pero, como además de serlo, hay que parecerlo, en 2015 iniciamos los trámites para certificar tanto la viña como los vinos en ecológico, ya que consideramos que el sello generaría más confianza en el consumidor.

Dado que nunca habíamos empleado productos químicos en nuestras viñas, el organismo certificador reconoció con tres años de retroactividad las prácticas ecológicas de nuestro viñedo, que pasó a considerarse oficialmente ecológico desde el año 2012. La Denominación de Origen Ribera del Duero presenta unas condiciones climáticas perfectas para el cultivo ecológico de la vid, por lo que siempre tuvimos claro que éste era el mejor camino para potenciar la salud de nuestro ecosistema y la calidad de nuestros vinos.

La Ley europea RCE 834/2007 establecer las prácticas, productos ecológicos y cantidades que es posible utilizar en este tipo de vinos, y es una entidad certificadora quien revisa y valida cada año que la normativa se está cumpliendo.

En nuestro caso, tanto el viñedo como los vinos elaborados a partir de éstos cuentan con certificado ecológico. Algunas de las técnicas que aplicamos en viticultura consisten en:

  • Trabajamos la vegetación de las cepas mediante diferentes operaciones “en verde” para mantener un buen equilibrio entre superficie foliar y producción de uva, clave para obtener una correcta maduración de las bayas y evitar la aparición de enfermedades fúngicas.
  • Apostamos por cubiertas vegetales en el viñedo, nuestras cepas son preciosos jardines, que ayudan a mantener el agua en el suelo y contribuyen a que haya una interesante población de fauna y flora circundante
  • Empleamos estiércol de nuestros propios caballos para mantener un suelo fértil
  • Nos encantan los animales y, además, son nuestros aliados para mantener a raya ciertas plagas. En Bodegas Comenge, aparte de caballos, encontrarás perros, ocas, tortugas, patos, gallinas, aves migratorias en función de la época del año… Un oasis de vida en el Valle del Cuco.
  • En bodega, los mostos fermentan con nuestras propias levaduras seleccionadas del viñedo, de esta forma conseguimos que todo el esfuerzo que hacemos en la viña, se vea reflejado en el vino.
  • Empleamos cantidades muy bajas de anhídrido sulfuroso y de forma homogénea, lo justo para la conservación del vino.

 

¿Qué conseguimos con este protocolo para la obtención del vino? Uvas sueltas, de pequeño tamaño y con mucho sabor, de una calidad excepcional. Vinos elegantes, complejos, ricos en matices y que además ¡sientan muy bien!