La merma de la producción tras la vendimia de 2017, debido principalmente a la sequía y al daño ocasionado por las heladas y el granizo en determinadas zonas, ha traído consigo la publicación de multitud de noticias sobre el aumento del precio de los vinos.
Los expertos hablan de un gran incremento del producto final, algunas organizaciones de consumidores ya han solicitado que el aumento del coste de los vinos por parte de las bodegas se realice de forma paulatina. Por otro lado, diversas organizaciones agrarias ya han solicitado que la subida suponga más beneficios económicos para el viticultor que, al final y al cabo, es el proveedor de la materia prima.
Las Denominaciones de Origen españolas han anunciado recortes de la producción de vino tras la vendimia desde el 20% hasta el 70%; en un año climatológicamente complicado, desde luego.
Pero, ¿qué hay de cierto en todo ello?, ¿es necesario alarmarse?, ¿va a subir tanto el precio del vino cómo se está anunciando? En realidad, hay muchos factores para tener en cuenta antes de tildar como ‘rotura’ a la cosecha 2017, aunque no cabe duda de que el desplome de la producción se ha producido en toda Europa: En Italia en torno al 23 % menos, en Francia sobre el 19 % y en torno al 15 % menos; pero depende mucho de las zonas. En el caso de Bodegas Comenge, ha sido del 63% con respecto a 2016, más o menos la media de la Ribera del Duero.
Menos rendimiento por hectárea
En la cosecha de 2016 se batieron récords de producción y, por lo tanto, récords de ventas en cantidad, pero no en precio, lo que repercute sobre todo en zonas donde se elaboran vinos a granel.
Debido a la superproducción de vino durante el año pasado, las exportaciones aumentaron en términos cuantitativos, sin embargo, su precio disminuyó en términos generales. Se comercializó mucho vino a granel y los viticultores recibieron menos dinero por el kilo de uva.
En el caso de Bodegas Comenge, como ocurre en muchas otras bodegas de la Denominación de Origen Ribera del Duero, se apuesta por una producción controlada y relativamente homogénea año tras año, mediante trabajos en verde cuando es necesario (aunque nadie se libra de los designios de la naturaleza). Por esa razón el año pasado tanto la producción total como los rendimientos fueron ajustados.
El problema de la añada 2017 es que la falta de lluvia, las heladas y el granizo han causado menores rendimientos, es decir, una inferior relación kg/ Ha, que en bodegas Comenge se ha situado en 2.100 Kg/Ha, cuando lo normal es más o menos el doble.
Cantidad vs Calidad
Para comprender cómo puede comportar el mercado del vino durante el año que viene, es importante diferenciar los productores que apuestan por elaborar mucha cantidad de vino a un precio más económico y quienes apuestan por un proyecto a largo plazo, en el que prima la calidad añada tras añada.
Los operadores que apuestan por vender gran cantidad de botellas o incluso vino a granel, este año verán reducidos sus ingresos. Esto es debido a que el precio al que los viticultores cobrarán la uva es superior, como es lógico, por la ley de la oferta y demanda. ¿Será factible encontrar un vino a 2 euros en un supermercado?
Además, hay que tener en cuenta que los vinos elaborados como crianza y reserva saldrán al mercado dentro de más de un año, por lo que será importante cómo se desarrollan los siguientes ciclos.
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