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Comenge 2016 es un vino muy elegante, con volumen, largo recorrido y persistencia en el final en boca, capaz de mostrar todo el encanto y la potencia del Tempranillo.
Vendimia manual en caja durante la segunda quincena de septiembre. En bodega, selección manual de racimos y uvas. Fermentación con levadura indígena seleccionada en pequeños depósitos de acero inoxidable y hormigón. Crianza durante 16 meses en barricas de roble francés. Clarificado y filtrado justo antes del embotellado.
Viñedo enclavado en la ladera de Gallillos, donde nacen alguno de los mejores vinos de la Ribera del Duero. Las uvas maduran despacio, alcanzando cada año una intensa coloración y una elegante estructura.
Ladera de pronunciada pendiente en Pesquera de Duero. Suelo arcilloso, con predominio de calcita, lo que le confiere un característico color blanquecino. Este Tempranillo se muestra muy fresco y vivo, con buena tensión en boca.
Viña plantada en ladera, sobre suelo arcilloso con afloramientos arenosos, mirando al sur. Su facilidad para la maduración del Tempranillo aporta vinos potentes y concentrados, con taninos sedosos, muy finos.
Posee una capa media-alta, rojo picota con reflejos granates, brillante y muy limpio.
Explosivo en nariz y muy frutal. Destaca por su fruta roja ácida y notas balsámicas: grosella, fresa silvestre, algo de regaliz, planta de anís. La riqueza aromática de este Tempranillo es tal que apenas deja asomar esbozos de especias de roble, caramelo, vainilla, cacao…
En boca es fresco, de estructura media-alta, y agradable textura. La acidez natural presente nos aporta una sensación refrescante que invita a beber. Junto a los recuerdos frutales aparecen fundidas las notas propias de la crianza: vainilla, especias dulces –canela, clavo- y la sensación balsámica del regaliz, aportando una buena complejidad al conjunto. El post-gusto es largo, dejando un agradable recuerdo en el paladar.