De la vendimia en la Ribeira Sacra a la recogida de la uva en el Sur de España, concretamente en la zona de Jerez de la Frontera. Una, por su geografía que obliga a hacerla si ningún tipo de maquinaria; la otra, por el momento del día en el que se practica,… la noche. Y es que la práctica de la vendimia nocturna es ya habitual en buena parte de esta región andaluza. Actualmente la vendimia nocturna con máquina vendimiadora es también una práctica habitual en todas las zonas productoras de vinos blancos: Cataluña, Somontano, Rueda, Mancha, Valencia, Extremadura y por supuesto Jerez. Algunos vinos de Jerez son lo que son, gracias, en buena parte, a las intempestivas horas en las que muchos de los vendimiadores se ponen manos a la obra.
¿Porqué la vendimia nocturna?
La razón no sorprenderá a nadie si recordamos las temperaturas que reinan en esta parte del país. Debe de ser precisamente por eso por lo que alguien pensó que su vino podría ser aun mejor introduciendo varios cambios en los horarios de vendimia, concretamente, en la hora de recogida de la uva. Desde entonces, son muchos los que en aquel lugar se sumergen entre viñedos bien pasada la media noche con el fin de disfrutar del frescor de la madrugada. Así, vendimiadores, uvas y vino, han terminado por vivir el resultado de esas horas en las que el calor intenso aun no ha aparecido.
El beneficio de esta medida se traduce en la comodidad de quienes recogen la uva, pero se traduce también, en la calidad de la misma y en el estado en el que ésta llega preparada para hacer frente a los siguientes procesos por los que ha de pasar hasta terminar convertida en un vino de Jerez con de origen Jerez-Xerry.
Parece que este tipo de vendimia encarece el precio, parece poco accesible para los pequeños viticultores y hay quien piensa que mientras la maquinaria necesaria para llevarla a cabo no esté al alcance de todos, difícilmente podrá extenderse más el método al que nos referimos hoy. De momento, quien sí lo hace y quien lleva ya tiempo con él y lo conoce de cerca, aprecia la calidad de sus uvas y de su vino, nota la diferencia entre la vendimia diurna y la nocturna y, sobre todo, destaca la dificultad para volver a la tradicional práctica de la recolección de la uva durante las horas de sol, después de haber pasado por tan noctámbula experiencia.
Los medios técnicos necesarios no están aun al alcance de todos, las linternas no son suficientes y es esto lo que de momento, hace que la vendimia nocturna sea cosa de algunos y no de todos. Será el tiempo el que diga si será más accesible y con él, serán los paladares los que juzguen si la inversión merecía la pena.
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