Te han invitado a una cena con amigos, a una comida con conocidos o a una celebración especial. Quieres ser un buen invitado y llevar algo como muestra de agradecimiento. Probablemente te estés preguntando, ¿cuál es el regalo perfecto? Si algo nos han enseñado las películas americanas es que la botella de vino nunca falla. ¿Por qué? ¿Se trata de una tradición sin sentido, conservada a lo largo de los años sin motivo alguno? ¿O hay alguna lógica detrás? El vino es el regalo ideal por una serie de razones diferentes que comentaremos a continuación. Así que, ¡no dudes más! Si quieres impresionar a tu anfitrión y al resto de comensales, ¡el vino es tu mejor opción!
¿Por qué una botella de vino es el regalo perfecto?
1. La intención es lo que cuenta
En primer lugar, hemos de aclarar que más que el regalo lo que importa es el pensamiento y esfuerzo que pongamos. Tu anfitrión agradecerá cualquier cosa que le lleves porque significa que has pensado en él y has invertido dinero y tiempo en buscar algo que le haga feliz. También muestras tu deseo de participar y formar parte del evento. Si todo el mundo aporta un pequeño detalle, es una celebración conjunta donde prevalece el compartir y pasar un buen rato.
2. No existe la presión de utilizarlo en el momento
Puede que te estés preguntando, ¿por qué vino y no cualquier otra comida o bebida? ¿Por qué no jamón, chorizo o queso? Al llevar una botella de vino no existe esa presión de consumirlo en el evento social. Es más, probablemente el anfitrión haya elegido su propia botella para acompañar los platos preparados. El vino, si no se abre, puede durar años y ser utilizado en cualquier otro momento. Además, mejora con la edad, por lo que cuanto más tiempo se mantenga sin utilizar, mayor será su calidad.
3. Una promesa
Como explicamos en el punto anterior, lo más probable es que tu vino no se utilice en ese evento en particular. Sin embargo, puede ser que tu anfitrión prometa su uso en la próxima celebración social. Es una forma de acordar, sin palabras, que el encuentro tendrá una segunda parte y deseas continuar quedando con esa persona.
4. Símbolo de unión y experiencia social
Es muy común que tu anfitrión utilice tu vino en otra ocasión social. Quizá la abra en una cita, en una comida familiar o en cualquier otro momento importante. Al regalar una botella de vino, lo que estás tratando de decir es, “deseo que disfrutes de muchos momentos felices con las personas que te importan”.
5. Complementa la comida
También está la opción de que el anfitrión desee utilizar el vino en la cena. Esto suele ocurrir cuando tu vino es ideal para maridar con los platos que se van a ofrecer. Si sabes el tipo de comida que se va a servir y dedicas tu tiempo y energía a investigar los mejores vinos con los que combinarla, demostrarás a tu hospedador y al resto de invitados lo importante que es para ti esa celebración.
6. Existe una gran variedad entre las que elegir
Existen cientos de vinos diferentes. Ya sea por tipo (vino blanco, tinto, espumoso, etc.) por su elaboración con variedades de uva diferentes, por su lugar de procedencia o por la graduación alcohólica. No tienes que preocuparte por llevar siempre el mismo regalo porque puedes presentarte con un vino diferente en cada ocasión. También es una manera de introducirle a tu anfitrión el increíble mundo de los vinos.
7. Un regalo personal
¿Se trata de una boda? ¿Un bautizo? ¿Un cumpleaños? Si la fecha representa un momento especial, una botella de vino de ese año es la mejor manera de aparecer con un regalo personal y de gran valor simbólico y sentimental.
¿Qué representa llevar una botella de vino como regalo?
El vino es un símbolo de riqueza, integridad, estatus, felicidad y prestigio. Al elegir este regalo estás dando a entender lo mucho que valoras a esa persona y que le deseas lo mejor. Sin embargo, no todos los vinos representan exactamente lo mismo ni deben elegirse para la misma celebración social. Si se trata de un encuentro informal, un evento en el exterior o en los meses estivales, no hay nada como una fresca y frutal botella de vino blanco. Si por el contrario se trata de una cena formal en una casa, el vino tinto es tu opción a elegir. Y si hablamos de una celebración, un vino espumoso como el cava o el champagne es la mejor selección.
¿Por qué el champagne se utiliza para celebrar?
El champagne fue creado en 1603 en la región francesa que le da nombre, aunque tardó varios siglos más en perfeccionarse. La novedad de este vino espumoso captó la atención de la realeza francesa, que en aquella época era una de las familias más prestigiosas de Europa. Esta bebida tan cara, favorecida por la nobleza en la Francia del siglo XVIII, se convirtió en un símbolo de estatus. Se creía que su consumo otorgaba belleza a las mujeres e ingenio a los hombres. Tras la Revolución Francesa, el champagne comenzó a utilizarse en las ceremonias religiosas como “agua bendita”. Sin la necesidad de un cura, era utilizado para bendecir diferentes objetos (por ejemplo, barcos) así como celebraciones religiosas (bautizos, bodas, etc.)
Las bodas y bautizos dieron paso a todo tipo de celebraciones, más, hoy en día es el simple hecho de abrir una botella de champagne (con ese famoso “pop”), lo que simboliza la celebración. En ciertas esferas ni siquiera es consumido, ¡muchos atletas tras ganar una competición se lo tiran por encima!
Nuestros vinos
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