Cuando hablamos de enoturismo nos parece algo de la época moderna, una moda, pero nada más lejos de la realidad. Ya en la antigua Grecia y Roma, se organizaban visitas a las bodegas. Existen registros, pero no tantos como ahora que, con solo buscar la palabra “enoturismo” en Google, aparecen más de nueve millones de resultados solo en español.
Enoturismo, significado
Es sencillo, proviene del prefijo eno y de la palabra turismo: eno viene del griego y significa vino y turismo, según la RAE, es “la actividad o hecho de viajar por placer”. Pero la Real Academia ya ha incluido el término en el diccionario porque ya sabemos que lo que mucho se dice, lo aceptan. Y lo define así: “turismo por zonas de cultivo y producción de vino, con visitas a los viñedos y bodegas, y degustación de sus caldos” (sí, caldos, qué le vamos a hacer).
Enoturismo, objetivo
Vino y placer se unen para dar nombre a una práctica con una tradición de siglos también en nuestra región, pero que va más allá de esa definición, porque es conocer la historia de la zona, de los viticultores, de las personas que lo hacen posible.
Es cultura, gastronomía, es aprendizaje y empatía. Porque con estas visitas consigues entender el trabajo que hay detrás de cada botella que descorchas, el precio que solemos cuestionar a la hora de comprar, el por qué unos vinos huelen a frutas, flores, cacao, regaliz o brioche… en definitiva, pondrás todos y cada uno de los sentidos para empaparte del embriagador mundo del vino, pero con precaución.
Porque dicen que a quien le gusta esta cultura vitivinícola y busca adentrarse en ella, siempre quiere más. Por suerte, como decíamos, hay millones de oportunidades.
La oferta es muy extensa, la clave es diferenciarse.
La oferta enoturística
A la clásica e imprescindible visita a bodega, viñedos y la cata de vinos, se suman infinidad de actividades relacionadas con la viticultura o complementarias.
Relacionadas son, por ejemplo, participar en la vendimia.
Complementarias son desde festivales de música y arte, como Sonorama, hasta un sinfín de propuestas en el viñedo, como conciertos, teatro, atardeceres, pic-nic, teatro, yoga…
Todo en consonancia y conjugando el entorno con el hedonismo, el disfrute y la viticultura, en particular, y cultura en general.
Enoturismo en Bodegas Comenge
Lo tenemos claro, queremos que disfrutes con todos los sentidos de nuestra oferta de turismo enológico. De hecho, fuimos una de las bodegas pionera de la Ribera del Duero en organizar actividades de enoturismo.
A lo largo de estos años, nos hemos ido adaptando al gusto del consumidor. Organizamos visitas para grupos pequeños y exclusivos. Pero también nos hemos embarcado en aventuras como la Fiesta de la Vendimia, donde los asistentes pueden conocer aún más de cerca el trabajo minucioso que realizamos en Bodegas Comenge para ofrecer vinos de calidad.
Vino y deporte también pueden ir de la mano. Un ejemplo es la Ribera Run Experience, que se celebra en septiembre en Peñafiel y alrededores, donde Bodegas Comenge ha sido punto de avituallamiento desde la primera edición.
Te recordamos que abrimos todos los fines de semana, pero en agosto descansaremos unos días (del 13 al 28) para poder atenderos a partir de septiembre con las pilas cargadas y la vendimia a la vista.
Te invitamos a conocer nuestra historia, pasear por nuestros viñedos y catar nuestros vinos. En definitiva, os invitamos al disfrutar del placer enológico que invita a la desconexión.
Deja tu comentario