En estas últimas décadas se ha ido creando una auténtica cultura del vino, dentro de la cual se viene desarrollando con fuerza la vinoterapia. Aunque no lo creas, el vino no está hecho sólo para degustarlo y saborearlo acompañando un buen banquete, sino también para cuidarnos sentirnos mejor por dentro y por fuera. Atrévete a descubrir esta experiencia y a comprobar en primera persona sus propiedades.
¿Qué es la vinoterapia?
Se trata de un tratamiento estético basado en la utilización del vino para cuidar nuestra piel y nuestro cuerpo.
Esta idea surgió en 1996 de mano de dos viticultores franceses de la región de Graves, aunque hay constancia del uso del vino en tratamientos de belleza ya en la época romana y en la Edad Media. Actualmente, se ha ido expandiendo a otros países como España, Italia, Argentina y Brasil, ganando muchos adeptos y convirtiéndose en poco tiempo en un atractivo muy importante dentro del mundo del enoturismo.
Como curiosidad, los vinos más frecuentemente utilizados en este tratamiento son el Lambrusco, Sauvignon, Cabernet, Rioja, Merlot, y Chianti, entre otros. Estos vinos en concreto son ricos en minerales, poseen propiedades relajantes, y son utilizados en múltiples tratamientos de salud y cosméticos.
¿Qué beneficios tiene?
El vino contiene ciertas cualidades muy beneficiosas para su uso estético y terapéutico. Su acción se basa en las propiedades antioxidantes de los polifenoles, que neutralizan los efectos de los radicales libres, responsables de esas arrugas y patas de gallo que tanto nos disgusta vernos en el espejo. Los polifenoles son muy utilizados en estética, ya que su capacidad para luchar contra los radicales supera incluso a la de las vitaminas C y E.
Entre sus efectos más importantes encontramos:
– Tonifica, regenera, e hidrata la piel, retrasando su envejecimiento.
– Reafirma la musculatura. Aporta una mayor consistencia a los músculos.
– Mejora la circulación sanguínea, favoreciendo la desaparición de varices.
– Libera las tensiones musculares.
– Es antiinflamatoria y relajante.
– Reduce el abdomen y tonifica los senos.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento dura aproximadamente una hora. Comienza con una exfoliación a base de una mezcla de sal y uva, para retirar las pieles muertas y abrir los poros. A continuación se pasa al pozo o tina de vinoterapia, en el que se permanece sumergido en vino durante una media hora. Como toque final, un buen masaje de relajación con aceites de semilla de uva. Y no te hemos contado lo mejor: todo este circuito puedes realizarlo mientras saboreas una buena copa de vino.
Como ves, tú solo tienes que dejarte querer y disfrutar al máximo de la relajación y de la desconexión que te brinda esta experiencia. Si eres un buen amante del vino, ¡no puede faltar en tus próximas vacaciones!
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