La vendimia ya ha comenzado en buena parte de España, en la Denominación de Origen Jerez, Montilla Moriles, la Axarquía, Requena o Canarias el mes de agosto no es sinónimo de vacaciones, sino de vuelta al trabajo. Al duro trabajo.

Si bien es cierto, la recolección de la uva es más costosa en unas zonas vinícolas que en otras. Las llanas tierras de Castilla y sus ligeras pendientes calizas, nada tienen que ver con el escarpado paisaje gallego de la Ribeira Sacra, la zona de ‘viticultura heroica’ por excelencia en España.

¿Qué se entiende por viticultura heroica? Desde el año 2011 existe un organismo a nivel mundial que certifica las peculiaridades que deben tener las zonas vinícolas bajo esta definición. Este organismo se llama CERVIM (Centro di Ricerche, Studi e Valorizzazione per la Viticoltura Montana o en castellano Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña y en fuerte pendiente) y sus orígenes se remontan a 1987, cuando nació una asociación con el objetivo de velar por los intereses de los viticultores que desarrollan su actividad en zonas escarpadas, de difícil acceso, pero que han querido mantener prácticas culturales ancestrales para preservar su cultura.

Toda vinícola que quiera acogerse al sello del CERVIM, debe cumplir varios de los cuatro requisitos fundamentales: Tener más de un 30% de desnivel, una altitud superior a 500 metros sobre el nivel del mar, plantaciones en terrazas y viñedos en pequeñas islas. En la actualidad, el CERVIM incluso celebra ferias y concursos dirigidos especialmente a vinos y bodegas que trabajan bajo estas circunstancias.

Precisamente unos de los vinos que más triunfan en los certámenes de vinos de montaña son los acogidos a la Denominación de origen Ribeira Sacra. El río Sil crea un paisaje agreste, sinuoso, acompañado de muros de piedra y vestigios de antiguos monasterios. La pendiente de los bancales puede llegar al 80% y, evidentemente y al igual que en el resto de zonas de viticultura heroica, la uva ha de ser recolectada a mano (y con extremo cuidado).

Como hemos comentado anteriormente, uno de los puntos fuertes de estos viñedos es que normalmente se encuentran cepas muy viejas, de variedades autóctonas y de ellas se elaboran vinos de alta calidad. Todo esfuerzo tiene su recompensa.

Imagen. 'Costers' en el Priorat. (prioratenoturisme.com)

Imagen. ‘Costers’ en el Priorat. (prioratenoturisme.com)

En nuestro país no sólo en Galicia se practica la viticultura heroica. También en Asturias, la Denominación de Origen Protegida Cangas es una de esas zonas en la que transportarse al pasado, donde además los viticultores trabajan bajo condiciones climáticas extremas y el viñedo se divide en pequeñísimas parcelas.

La D.O. Priorat y Montsant son otro ejemplo de viticultura in-extremis, con onduladas laderas llamadas ‘costers’, formados por rocas de hace 400 millones de años que se han ido suavizando por la erosión. No podemos olivar la ancestral vendimia de la Axarquía, en Málaga, donde  hay viñedos a más de 700 metros de altitud, todos los trabajos son manuales y en muchos casos también se apoyan en la ayuda animal. La viticultura en la pequeña isla de El Hierro y en Tenerife, así como algunos viñedos de Arribes del Duero completan el mapa de viticultura heroica en España.