El otoño es una de las épocas más bonitas para disfrutar de la naturaleza en la Ribera del Duero. Los colores se transforman de un día para otro, las jornadas comienzan frescas, a medio día el sol calienta lo suficiente para hacer un picnic al aire libre y, por la tarde, los atardeceres son un espectáculo para la vista.
Los meses de octubre y noviembre son perfectos para hacer senderismo, pasear, deleitarse con la gastronomía local y conocer la fauna autóctona.
Por eso, te proponemos 5 planes en la Ribera del Duero armonizados con 5 vinos de Bodegas Comenge, ¡para que tu experiencia sea inolvidable!
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Castillo de Curiel y Comenge el Origen
El Castillo de Curiel se encuentra sobre un cerro calizo, repleto de oquedades en las que es habitual divisar buitres y otras aves. Se trata de la fortificación más antigua de la provincia de Valladolid, cuyos muros originales datan del S.VII probablemente. Se cree que, anteriormente, había un asentamiento romano debido a su excelente ubicación.
Desde el cerro en el que está ubicado, hay unas preciosas vistas al Valle del Cuco, al pintoresco pueblo de Curiel y a Bodegas Comenge. Lo que toca, en este caso, es disfrutar del paisaje con una botella de Comenge el Origen.
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Senda del Duero y yacimiento de Pintia con Familia Comenge
Tras un paseo tranquilo a orillas del Duero, apetece descansar. Un emplazamiento estupendo es el Yacimiento de Pintia, en Padillla de Duero, que dispone de una zona de mesas para comer.
Una bonita excusión para hacer en familia y en la que, obviamente, disfrutar de la calma y de un viaje a la historia con Familia Comenge. Éste vino es un homenaje a las largas crianzas de la Ribera del Duero, por eso el yacimiento, donde se han encontrado vasijas en las que se almacenaba vino y copas vacceas, es el lugar idóneo.
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Subir al Cuchillejo y Colección Comenge Verdejo
El punto más alto de la provincia es el Cerro Cuchillejo, a 932 metros de altitud, en Castrillo de Duero. Teniendo en cuenta que nos encontramos en una meseta a más de 800 metros, la subida no es demasiado complicada.
No obstante, llevar una botella del vino blanco Colección Comenge Verdejo siempre ayudará a refrescarse en la cima, indicada con un montículo de piedras y un vértice geodésico.
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Atardecer en Haza con Carmen by Comenge
Proponemos una armonía por colorimetría. Podemos asegurar que los atardeceres castellanos son algunos de los más bonitos que podrás contemplar. Al comenzar el otoño, los colores naranjas son candentes; a mitad de la estación, los rosas hacen su aparición y, según se acerca el invierno, se tornan color violeta.
Una especie de acuarela para disfrutar con nuestro clarete de parcela Carmen by Comenge. Desde la pequeña villa medieval de Haza, parece que el tiempo se para.
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Pico Gugurú en Boscos y Comenge Biberius
Félix Rodríguez de la Fuente acudía a éste lugar para estudiar las colonias de alcotanes. El Pico Gurugú está cerca de Bodegas Comenge, en la localidad de Bocos de Duero, y se encuentra a 867 metros de altitud. Un pequeño esfuerzo que merece la pena para deleitar la vista, de nuevo, hacia el Valle del Cuco.
En este emplazamiento existen restos de una construcción de vigilancia debido a su ubicación estratégica entre el Castillo de Curiel y el de Peñafiel. Por eso, ¿qué mejor manera que armonizarlo con Comenge Biberius, cuyo nombre homenajea al Emperador Tiberio?
En el cerro, además, anida una colonia de buitre leonado, por lo que es fácil verlos sobrevolar la zona.
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