Último día del año y comienzo de otro, el 2020 que, a todas luces, se presenta “redondo”. Para celebrarlo no puede faltarnos ese vino especial con el que brindar antes y después de que haya acompañado nuestras comidas y cenas. No puede faltarnos por varias razones y entre ellas, por los beneficios del vino. No cabe duda de que un final de año merece un buen vino y, lo merece también, porque conociendo cuáles son los beneficios para nuestra salud de aquél que además nos ayuda a disfrutar de los manjares excepcionales que suelen reservarse para estas fechas, podremos, si cabe, beberlo y disfrutarlo más a gusto y con mayor tranquilidad.

Un consumo moderado de vino es positivo para nuestra salud. Tras años de estudios y de investigaciones sobre los efectos de esta bebida milenaria, los resultados afirman que entre los beneficios del vino y de su consumo, se encuentran que mejora la salud mental, que es beneficioso para el corazón y que fortalece nuestros huesos.

Un buen vino a tu salud

Respecto al primero de ellos, está demostrado que el consumo moderado de vino tinto puede prevenir demencias y enfermedades degenerativas. Sobre el segundo, fue, entre otras, la Universidad de Harvard en EE.UU. quien estableció que el consumo de vino tinto de forma moderada reduce en un 30% las posibilidades de sufrir un ataque al corazón y, en cuanto al tercero de los beneficios del vino mencionados, la Universidad de Tufts en Boston (EE.UU.), destacaba que las mujeres que consumen vino son susceptibles de perder menos masa ósea.

Sin embargo y en lo que a los beneficios para nuestra salud se refiere, aún hay más. Sin ir más lejos, el vino, por sus propiedades, es capaz de reducir las bacterias de los alimentos. De la misma forma, es un remedio eficaz contra las infecciones de encías gracias a las propiedades de la uva y, por si fuera poco, intensifica el sabor de muchos alimentos reduciendo el de las grasas, lo que produce una sensación refrescante.

Hay más. Algunos de los componentes de la uva y, por lo tanto, del vino, son beneficiosos contra los rayos ultravioleta y un de estudio realizado por universidades españolas se desprendía que quienes consumían entre dos y siete copas de vino semanales, eran menos propensos a padecer depresión.

Si a todo ello le añadimos que, gracias a otro de los componentes de las uvas, el vino es capaz de combatir el cansancio y que nos ayuda en esos días tontos en los que nos invade la apatía, ¿hay alguien capaz de pensar que el nuevo año no será tan redondo como sus cifras sabiendo ya que hemos despedido el 2019 de una manera tan saludable?

¡Feliz y redondo Año Nuevo!