El formato más habitual en las botellas de vino es de 75 cl., es el que podemos encontrar en los bares y restaurantes, la botella más estandarizada. Es un tamaño que resulta muy útil y práctico en grupos reducidos, pero para más personas puede resultar escaso. Un magnum es un formato que, de primeras, impresiona. Para los que no están acostumbrados, resulta muy grande y supone una barrera. Pero, ¿sabemos cuántas copas obtenemos de una botella habitual? ¿Y de un magnum? Se trata de 1,5L de vino, el doble de una botella normal. Si del tamaño estándar servimos alrededor de 6 copas, de este formato obtendremos alrededor de 12. Si lo pensamos bien, estando con 4-5 amigos, serán algo más de 2 vinos para cada uno. ¿A qué visto así no parece tanto?

Además, este formato ofrece múltiples ventajas a los vinos, especialmente a los vinos de guarda. Se le atribute a Winston Churchill la frase de que “el magnum es el tamaño perfecto para dos personas si una de ellas no bebe”. Lo dijese él o no, ¡no podemos estar más de acuerdo!

Mejor ensamblaje

La evolución del vino en este tamaño es más lenta y pausada. La proporción de oxígeno-líquido es mucho menor que en una botella de vino convencional (prácticamente el mismo oxígeno, doble cantidad de líquido), por lo que la evolución es más tranquila.  Es perfecto para los vinos de guarda porque se consigue mayor uniformidad y estabilización.

Mejor conservación

Este formato es más resistente a los cambios ambientales, como la temperatura, debido a su gran volumen. Se mantienen más estables y el proceso de degradación es mucho más lento.

De cualquier forma, tenemos que cuidar la conservación del vino, podéis consultar cómo conservar el vino en casa en este post.

Perfecto para disfrutar en grupos

Cuando estamos disfrutando de una velada con algunos amigos, una botella de 75cl puede quedarse algo corta. Entre 5 o 6 personas, las botellas magnum permiten que nos podamos servir más de una copa y ver la evolución una vez abierta. Y demás, ¡es el mejor elemento ‘decorativo’ para una celebración!

Resulta manejable:

Aunque resulta un tamaño más grande al que estamos acostumbrados, aún es fácil de manejar. Además de la comodidad de no tener que abrir dos botellas de vino, sino una. Nosotros preferimos comprobar la evolución de un vino en la copa, pero también se puede usar un decantador para ayudar al servicio.

Garantía de calidad

Las bodegas no hacen un formato magnum de todos sus vinos. Eligen sus joyas, sus mejores opciones para darles este tamaño y multiplicar su capacidad de evolución.

 

Perfecto para un regalo

Regalar vino siempre es un acierto. En formato magnum es un acierto doble. Muchas bodegas ofrecen elegantes estuches y cajas llamativas que resultarán más atractivas para regalar.

 

Además del formato magnum existen otros de superior capacidad. Algunos son:

Doble magnum o jeroboam: 3 L = 4 botellas

Imperial o mathusalem: 6 L = 8 botellas.

Baltasar: 12 L = 16 botellas.

Salomon: 20 L = 28 botellas

Si bien estos formatos existen y resultan muy llamativos, son menos habituales que el tamaño protagonista de este post.

 

Disfruta de los tuyos junto a los vinos de Bodegas Comenge.