Aunque Sudáfrica es conocido como uno de las regiones del ‘Nuevo Mundo’ vinícola, lo cierto es que su historia se remonta a 1655. No resulta tan antigua como la del vino en Europa, pero las primeras plantaciones se llevaron a cabo por la empresa holandesa de las Indias Orientales y poco a poco fueron cogiendo mucho auge.

La historia de los vinos de Sudáfrica va estrechamente ligada a la historia moderna, a las colonias, a la guerra entre Francia y Reino Unido, a la guerra de los Boers y al Apartheid.

En el S. XVIII los vinos de la zona de Constancia llegaron a ser los más casi los más codiciados a nivel internacional y hoy en día es uno de los países que más vino comercializa en el mercado exterior, con especial presencia en el Reino Unido y en Estados Unidos.

El clima en Sudáfrica

En Sudáfrica se encuentran todo tipo de variedades internacionales o foráneas, desde Chardonnay y Pinot Noir, hasta Carbernet Sauvignon y Merlot para elaborar la clásica mezcla bordelesa. En general, tiene un clima cálido con escasez de agua, pero las corrientes oceánicas frías permiten el desarrollo de variedades blancas con una cierta acidez.

En 1973 es cuando se estableció la demarcación de las distintas regiones vinícolas – lo que para nosotros serían las denominaciones de origen- pero en general el viñedo está bastante concentrado en pocas áreas  donde la orografía juega un papel fundamental.

Zonas de Cultivo

Las áreas de cultivo se agrupan sobre todo en dos zonas, la costa y Breede River Valley. En la zona de la costa está ubicado el distrito de Constancia, donde es posible encontrar más de 250 Ha. de viñedo sobre ladera de granito.

Esta región es particularmente buena para las variedades blancas como Chardonnay y Sauvignon Blanc o la delicada tinta Pinot Noir. Pese al calor, las montañas mantienen fresco el viñedo que también capta la brisa marina.

El distrito de Paarls, al noreste de Ciudad del Cabo, alberga a los mejores productores del país, sobre todo una zona a la que llegaron los hugotones franceses (protestantes franceses durante las guerras de religión).  Aquí es común encontrar vinos elaborados con Chenin Blanc, Sauvignon, Chardonnay y Pinotage.

La Chenin Blanc se produce en grandes volúmenes en Sudáfrica y en unos años ha logrado una gran aceptación en todos los mercados. La uva Pinotage es, en realidad, una mezcla de dos cepas: La Pinot Noir y la Cinsault, que se caracteriza por sus aromas a fruta roja, vegetales, animales, moka y tabaco.

Stellenbosch, por último, donde se ubica el 15% del total de viñedo, presume de sus vinos de alta gama estilo Burdeos, elaborados con Cabernet Sauvignon y Merlot. Vinos de buena calidad a precios muy competitivos.

Ya en Breede River Valley es preciso mencionar el distrito de Worcester, que reúne el 20% del viñedo del país y donde se elaboran vinos a base de las variedades Riesling, Sauvignon Blanc, Colombard y Muscadelle. Asimismo, es una importante zona de producción de aguardientes.

En definitiva, en Sudáfrica se elaboran vinos de gama pero también grandes volúmenes con una atractiva relación calidad – precio cada vez más demandados.