Un año más que está a punto de terminar. Un año más que queremos coronar con todo el optimismo necesario para enfrentar las circunstancias y vaivenes de estos últimos veinticuatro meses. Empecemos entonces con una buena noticia, con un auténtico impulso para la industria del vino: la recuperación de las ventas del vino español en general y de la Denominación de Origen Ribera del Duero, en particular, es un hecho.
Podemos hablar de récord, marca o plusmarca de ventas; de porcentajes de ventas que han superado con creces los de años anteriores con y sin Pandemia, con y sin los problemas derivados de una época a la que el sector del vino se ha adaptado y por la que se ha reinventado hasta llegar a dar lo mejor de sí misma. El récord de ventas del vino español y del vino con Denominación de Origen Ribera del Duero, se debe en gran medida a la recuperación del ánimo de buena parte de la población que ha sabido valorar todo lo bueno que el vino tiene que aportar a cualquier momento, época o situación por la que pasemos; a un instinto de supervivencia generalizado que se crece ante las dificultades.
Tras meses interminables, las ganas y la necesidad de disfrutar son más que evidentes. Esta necesidad ha encontrado el refugio y el lugar en el que expandirse en algo tan agradable como el vino, un hecho cuya repercusión se manifiesta en el ánimo de quienes lo consumen y, como no podía ser de otra manera, de quienes lo comercializan y se entregan en cuerpo y alma a su producción.
Suben las ventas del vino de la Ribera del Duero
Las cifras hablan y lo hacen en clave de recuperación, en porcentajes positivos que llevan a la Denominación de Origen Ribera del Duero a un 9% más, en términos de ventas, que en el año 2019.
La cantidad de kilos de uva tiene también un mensaje positivo para productores y consumidores. La última cosecha ha sido, pese a las inclemencias del tiempo, digna de mención por su calidad y por la cantidad de uva vendimiada. Si a esto añadimos que el sector del vino ha sabido reinventarse y adaptarse a las exigencias que la pandemia trajo consigo, la traducción no tiene por qué sorprender a unos y a otros: récord de ventas del vino español.
En primer lugar, el hecho de que septiembre fuera uno de los mejores meses con respecto al mismo mes de años anteriores, viene a corroborar el incesante incremento de las exportaciones de vino español. En porcentajes, esto se traduce en un aumento del 12’5% con respecto a 2020 y en un crecimiento acumulado del 31% en los últimos 10 años según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv).
Pero existen aún datos positivos sobre otros comportamientos de los consumidores de tan grato y representativo producto español. La adaptación a los tiempos y el haber tenido que modificar algunos de nuestros hábitos de compra, ha conseguido que la compra online, lejos de haber sido traumática, haya venido para quedarse y para enriquecer y facilitar nuestro acercamiento a un producto que enriquece, decora y alimenta nuestra mesa.
Aumentan las exportaciones de vino
Raro es quien no se haya familiarizado ya con el concepto de compra online. Este tipo de comercio ha contribuido a aumentar las exportaciones y ha terminado con buena parte del miedo y del respeto que se había instalado en muchos de los consumidores; un respeto y un miedo que pudo haber ralentizado los volúmenes de compra y de venta, pero que lejos de hacerlo, ha conseguido animarlas, disfrutarlas y esquivar la necesidad de la proximidad física para poder creer en él.
En cuanto a las exportaciones, el pasado año fue positivo y, hay que decir que, hasta el pasado mes de septiembre, España exportó cerca de 300 millones de litros más con el consiguiente aumento de la facturación, una facturación cercana a los 250 millones de euros más.
Entre los países que destacan por haber aumentado su volumen de compra de vino español destacan Estados Unidos, Canadá y China; y, Suiza, Bélgica e Italia dentro del territorio europeo.
Si la trayectoria y evolución del mercado del vino español son positivas, es debido al esfuerzo realizado por las partes implicadas en la industria del vino; estamos hablando de un esfuerzo dirigido a posibilitar la transformación, la transición y la producción sostenible y de calidad de una industria de peso; una industria gracias a la que, de nuevo, en breve, podremos brindar en estas fechas tan señaladas.
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