Porque así llamaban los griegos a su fiesta de la vendimia, y en Bodegas Comenge celebramos la nuestra un año más y ¡no queremos que te la pierdas!
Será el próximo 1 de octubre de 12 a 18 horas podrás disfrutar de un sinfín de actividades.
¿Qué incluye la entrada?
Todo lo necesario para disfrutar de un día en familia, con amigos, en torno a la viticultura y la época más importante del año: la recolección de la uva.
Te entregaremos un kit de vendimia, podrás visitar el viñedo y la bodega, conocer de cerca todas las tareas de la vendimia y degustar los mostos.
Además, habrá una Cata de Añadas Históricas de vinos de la bodega: Comenge El Origen, Don Miguel Comenge y Jacobus. Estará dirigida por nuestro enólogo Rafael Cuerda.
Y para comer… jamón, pinchos de lechazo y productos a la brasa, guiso de vendimia, queso artesano de Castilla y León, que podrás acompañar de 3 copas de algunos de nuestros vinos como: Comenge El Origen, Comenge Verdejo, Carmen by Comenge.
Y todo, amenizado con música en directo y con unas vistas maravillosas al castillo de Curiel, donde se ubica nuestra bodega, y al de Peñafiel, corazón de la Ribera del Duero.
Toda la información la puedes encontrar en este enlace.
¿De dónde viene la tradición de celebrar la cosecha?
Se tiene constancia de que los griegos fueron los primeros en celebrarla y en exportarla, llegando a nuestra Península Ibérica. Y la llamaban dionisiaca porque ellos rendían culto a Dionisos, como dios del vino, al igual que los romanos a Baco.
Duraban varios días y se paraba toda actividad política y militar para que todos disfrutasen de esa fiesta, menos los esclavos, quienes debían llevar a hombros a sus señores, tras la gran ingesta de vino.
Según la mitología griega, el vino generaba un vínculo entre los hombres y los dioses.
En Roma, se celebraba Vinalia. Era una fiesta anterior a la vendimia, donde se ofrecía al Dios Júpiter las primeras uvas. Terminaba convirtiéndose en una bacanal, acogiéndose a la idea de que creían que un buen bebedor no envejece nunca.
Posteriormente, con el Cristianismo, ya sabemos que el vino comenzó a usarse en las liturgias como símbolo de la sangre de Cristo. Los viñedos por entonces, en plena Edad Media, estaban entorno a los monasterios y poco o nada se sabe de la celebración de la fiesta de la vendimia, en un clima de tanta austeridad.
Parece ser que fue en el Renacimiento, cuando todas las fiestas paganas relacionadas con el vino, recuperaron la tradición de griegos y romanos, adaptándolas a la época. Con el paso del tiempo, se fue asentando por toda Europa occidental.
Sea como fuere, la fiesta ha ido manteniéndose a lo largo de los siglos y adecuándose a los tiempos, sin abandonar el principal motivo: la vendimia. Al fin y al cabo se finaliza un año duro de trabajo en el campo, aunque nunca cesa, y sirve para coger energías para seguir el proceso de elaboración en bodega.
Así que no se nos ocurre mejor manera que compartir contigo lo que se ha convertido ya en un ritual en Bodegas Comenge. ¡Te esperamos!
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