La historia del vino es sorprendente. Aunque durante miles de año ha acompañado al ser humano como parte de su dieta, sus celebraciones y ritos religiosos, no lo ha sido con su aspecto y sabor de hoy en día. Vivimos en un momento de gran riqueza vinícola, donde los conocimientos heredados de la historia del vino, y el buen hacer de las bodegas, ha dado como resultado el mejor vino de la historia.
Como ya abordamos en un post anterior sobre la historia del vino, el sabor y color del vino ha cambiado mucho. Los vinos no tenían la calidad de hoy en día y por eso eran mezclados con aguardiente o con miel y especias y hierbas para darle sabor y mayor contenido en alcohol.
Los primeros vinos de la Ribera del Duero
Las primeras incursiones romanas en la península ibérica encontraron a los pueblos celtíberos y descubrieron que el uso de la vid era común. Inmortalizaron esta presencia a través del arte. Un gran mosaico en honor al dios Baco, que desgraciadamente fue dañada en el año 2011, fue encontrado en los años 70 del siglo pasado en la localidad de Baños de Valdearados y está considerado como conjunto Histórico Artístico. De esto hace ya más de dos mil años.
Los Vacceos son un pueblo prerromano que estaba asentado en la Ribera del Duero, y del que se han encontrado vasijas con restos de vino. Ya en el siglo III, este pueblo usaba el vino en ritos y como bebida fortificante. Como ya hemos comentado, se mezclaban con miel y especias para tapar su sabor natural, que poco tenía que ver con los vinos de hoy en día. Aún así, estas son las primeras señales de la integración del vino en la sociedad en la región de la Ribera del Duero.
El vino ha formado parte de la región durante siglos, y podemos verlo no solo en su impacto cultural sino también en el arte y los edificios. Existen muchas bodegas subterráneas y lagares en la región, como por ejemplo el de Atauta. Algunos se están rehabilitando con fines turísticos y para preservar la riqueza cultural de la región.
Los romanos
Los romanos conquistaron la península Ibérica en su totalidad, y al hacerlo romanizaron las diferentes culturas que allí habitaban. El vino tomó incluso más protagonismo, y su uso se extendió al uso cotidiano y en fiestas y celebraciones. Es cierto que el vino seguía teniendo un componente místico y religioso, pero el uso doméstico es una costumbre que ha perdurado hasta estos días. Como nota curiosa, el brindis con vino es un invento romano. Fue una forma de evitar los envenenamientos, que eran muy comunes entre romanos. Al chocar las copas mezclamos el vino entre ellas, lo que convierte la copa de vino en un modo poco efectivo para eliminar a tus enemigos.
El vino en la Ribera del Duero en la Edad Media
En la Edad Media es la iglesia la que mantiene la importancia cultural del vino, desde su concepto más básico (la sangre de Cristo) hasta su importancia en ritos y celebraciones. Pero además el vino empieza a evolucionar. Los monjes Cistercienses traen vides de origen francés. Son el principio de los vinos de la Ribera. Cuando llegan a España lo hacen para vivir en el monasterio de Santa María de la Valbuena, a orillas del río Duero. Estos monjes cultivaban la vid y hacían vino para su consumo en misa, pero también como alimento para ellos y los pueblos de la zona. Era un vino con bajos niveles de alcohol y que se consumía no por su capacidad embriagadora sino como forma de alimentarse.
Ya en la Alta Edad Media el cultivo de la vid se expande por toda la región. Encontramos bodegas subterráneas del siglo XVI y posteriores por toda la Ribera del Duero. El vino como alimento se convierte en el vino como bien de lujo. En las ciudades el consumo de vino se considera un lujo que todos quieren disfrutar.
El vino de la Ribera del Duero en la actualidad
Desde sus orígenes hace miles de años el vino en la Ribera del Duero ha ocupado un lugar importante en la sociedad. Desde la religión hasta su uso en eventos sociales, el vino forma parte de la cultura de esta región española. Durante el siglo XX el vino completa su transformación en un producto de calidad, que se evalúa por sus características de sabor, cuerpo y olor de una forma rigurosa. Esto impulsa la creación de vinos cada vez mejores. En 1982 la denominación de origen de la Ribera del Duero es una realidad. Ocupa una región de más de 23 mil hectáreas en la cuenca del río Duero. Son más de cien kilómetros de largo y treinta y cinco de ancho en las provincias de Soria, Valladolid, Burgos e incluso tres kilómetros de Segovia.
Los vinos de la Ribera del Duero son reconocidos nacional e internacionalmente por su calidad. Es un vino formado principalmente por uvas tempranillo. Los tintos pueden ser jóvenes, crianza, reserva y gran reserva. El envejecimiento de la uva en cada variedad puede ser de tres a sesenta meses en barrica de roble.
El clima es uno de los factores más importantes en el vino. En la región se vive un clima distinto a otras zonas vinícolas de España, con grandes cambios entre el día y la noche y con suelos diferentes en una misma parcela. Esto dota a los vinos de una calidad única. En la Ribera del Duero hay un gran contraste climático en invierno y verano, con cambios bruscos de temperatura. Esto ayuda a regular la acidez y el azúcar de la uva y en gran medida a obtener una fantástica maduración de los taninos, lo que permite elaborar vinos de larga persistencia en boca. La altura es un factor muy importante también. Con una altitud entre los setecientos y los novecientos cincuenta metros de altura la uva tempranillo triunfa en unas condiciones aptas para viñedos con características muy concretas.
Las variedades de uva más comunes en la Ribera del Duero son la mencionada Tempranillo, pero también el Cabernet Sauvignon, originaria de Francia y que se adapta con facilidad a otros climas. No podemos olvidarnos del Albillo Mayor, una variedad de uva blanca tradicional con la que se han empezado a comercializar desde el año 2019 los primeros vinos blancos amparados por esta Denominación de Origen.
En definitiva el vino de la Ribera del Duero es uno de los vinos más importantes representando la cultura vinícola de este país en todo el mundo. Desde hace miles de años nuestra región es tierra de vino y es ahora cuando los mejores salen de sus tierras y sus bodegas.
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