Desde Bodegas Comenge, queremos detenernos un momento para expresar nuestro más sincero apoyo a todos los afectados por la devastadora DANA que golpeó España a finales de octubre. Los efectos de este desastre natural han sido catastróficos, dejando a su paso una estela de destrucción en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón y Cataluña. Pero, sobre todo, lo más doloroso son las pérdidas humanas y el sufrimiento de quienes lo han perdido todo.

Hoy, como parte del sector vitivinícola, sentimos una profunda tristeza por las vidas arrebatadas y el impacto en las comunidades, pero también admiración por la solidaridad y la fuerza que han surgido en medio de esta tragedia.

Un golpe para las comunidades y el sector vinícola

Las inundaciones no solo han arrasado con hogares, carreteras y medios de vida; también han devastado campos de cultivo y viñedos que representan el esfuerzo de generaciones de viticultores. Algunas Denominaciones de Origen, como Utiel-Requena y Valencia, han reportado daños significativos en infraestructuras, maquinaria agrícola y viñedos. En ciertos casos, el paisaje ha cambiado por completo, dejando bancales desaparecidos y parcelas tan arrasadas que muchos viticultores dudan si podrán replantar.

A pesar de esta dura realidad, existe un pequeño alivio: la vendimia ya había concluido, lo que significa que los vinos de la añada 2024 están a salvo. Pero la pérdida material y emocional sigue siendo inmensa. Las bodegas y cooperativas afectadas enfrentan ahora enormes desafíos para recuperar sus instalaciones, reparar maquinaria dañada y solventar problemas logísticos, como cortes de electricidad y vías de comunicación intransitables.
Aun así, lo material puede reconstruirse con esfuerzo y tiempo. Lo que más nos conmueve y duele es el impacto humano. Ver cómo familias han perdido no solo sus hogares, sino también sus seres queridos y sus raíces, nos recuerda que lo más importante en momentos así es la empatía y el apoyo mutuo.

La fuerza de la solidaridad

En medio de la tragedia, hay un rayo de esperanza que merece ser destacado: la respuesta solidaria. Hemos sido testigos de cómo vecinos, agricultores y voluntarios de toda España han dejado todo para ayudar en las tareas de limpieza y reconstrucción. Tractores, manos y corazones se han puesto al servicio de las comunidades afectadas, mostrando una fortaleza y unión que define el verdadero espíritu de la humanidad.
El sector agrario y vitivinícola no ha sido la excepción. Tanto las Denominaciones de Origen como los viticultores han demostrado que, más allá de producir vino, son un pilar esencial en sus comunidades. Han salido a las calles con maquinaria y herramientas para ayudar a despejar caminos, reparar daños y apoyar a quienes más lo necesitan. Es un recordatorio de que nuestra industria, aunque profundamente afectada, sigue siendo resiliente y comprometida con el bienestar de las personas.

En Bodegas Comenge, queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a todas las personas que han puesto su granito de arena para superar esta difícil situación. Sabemos que el camino hacia la recuperación será largo, pero confiamos en la fortaleza y el espíritu de colaboración que ha caracterizado a las comunidades vinícolas durante generaciones.

También hacemos un llamado a todos los actores involucrados, desde las instituciones hasta las organizaciones privadas, para que se brinden las ayudas necesarias de forma rápida y eficaz. La reconstrucción no solo implica reparar los daños visibles, sino también apoyar emocional y económicamente a quienes han quedado más vulnerables tras el desastre.

Hoy más que nunca, recordamos que el vino, como la vida, está profundamente ligado a la tierra y a las personas que la trabajan. Sin ellas, no seríamos nada. Por eso, nos sumamos al esfuerzo colectivo para que las regiones afectadas se levanten nuevamente. A través de nuestra voz y nuestros recursos, queremos ser parte de la solución y enviar un mensaje claro: no estáis solos.

Desde el corazón de nuestras bodegas hasta las zonas más golpeadas por la DANA, nuestro pensamiento y solidaridad están con todos vosotros. Juntos, con determinación y esperanza, volveremos a brindar por tiempos mejores.