El protocolo y la etiqueta ya no son lo que eran. Reglas que en su día dominaban toda celebración y encuentro social (¡hasta el punto de manchar una reputación si el mínimo detalle era pasado por alto!) en la actualidad se han vuelto tan irrelevantes que han caído en el olvido. Y aunque ciertamente es absurdo criticar o dejar de lado a alguien por no ceñirse al protocolo, la verdad es que estas tradiciones aumentan la elegancia y sofisticación de toda celebración, elevándola al siguiente nivel.
Ya sea una comida de trabajo, un encuentro con amigos, conocidos o una cita, está en nuestra naturaleza desear impresionar y asegurarnos de que todo el mundo pasa un buen rato. Aquí te mostramos algunas tradiciones, reglas de etiqueta y protocolos que le darán un aire de superioridad a tu comida. Son acciones sencillas y sin ninguna complicación, pero cuyo impacto no pasa desapercibido. ¡Aprende a degustar el vino como el experto que eres!
El papel del anfitrión
Ya sea un encuentro con amigos o en una celebración más formal, el papel del anfitrión es esencial. ¿Estás preparando una velada en casa? Aquí te enseñamos los pasos que debes seguir para triunfar como hospedador. Dicho conocimiento es de semejante utilidad en tu papel como invitado, ya que te ayuda a medir el nivel de experticia de tu anfitrión.
1- Al traer el vino a la mesa la botella debe colocarse con la etiqueta de frente. De esta forma los comensales pueden admirar la calidad del vino, así como su lugar de origen y sus ingredientes.
2-Al abrir el vino intenta mover la botella lo menos posible. Primero corta la cápsula situada debajo del corcho. Es en este momento cuando el maravilloso sacacorchos entra en acción. Una vez retirado el corcho, utiliza una servilleta de tela para limpiar la boca de la botella y eliminar así posibles restos de corcho que puedan interferir con el sabor del vino.
3-Como anfitrión, es tu responsabilidad ser el primero en probar el vino. Tras degustarlo y darle su aprobación, es hora de servir al resto de comensales. Primero a las mujeres, luego a los hombres. De mayor a menor edad como muestra de respeto. ¿Cómo se sirve el vino? Evita tocar la copa con la botella. Por otra parte, no llenes la copa más de un tercio. De esta manera, dejarás al vino respirar y podrás apreciar el aroma y la textura con mayor intensidad. Una vez todo el mundo ha sido servido, la botella se deja reposar en una mesa auxiliar.
4- Ya seas un invitado o el organizador del evento, es importante que nunca eches la cabeza hacia atrás para apurar las últimas gotas. Es preferible que dejes un culillo o, si deseas más vino, pedir que te rellenen la copa aun cuando esté vacía del todo.
El papel de la copa
El tipo de copa que elijas importa, así como su número, composición y colocación.
1-Evita las copas de plástico. No quedan nada elegantes y pueden distorsionar el sabor del vino. Lo más aconsejable es presentar copas de cristal. Estas deben ser transparentes para que el comensal sea capaz de observar el color del vino en su totalidad. Aun si las copas de colores o con alguna clase de decoración se ponen de moda, te aconsejamos que te ciñas a las copas de cristal tradicionales.
2-Utiliza una copa diferente por cada tipo de vino para evitar mezclar los aromas y sabores.
3-El número de copas en la mesa dependerá del número de vinos que se sirvan en el transcurso de la comida. Las copas se colocan a la derecha. Cuando se trata de una ocasión informal, lo más normal es servir tan solo un vino, por lo que únicamente dos copas serán necesarias. Una para el vino y otra para el agua. La del agua se sitúa siempre a la izquierda. Si se sirve más de un vino, el orden de copas es el siguiente (de izquierda a derecha): agua, tinto y blanco. Lo más normal son tres copas, a veces cuatro si se desea añadir un vino espumoso. ¡Pero nunca más de cinco!
El papel del vino
Saber el tipo de vino que vas a servir es probablemente la tarea más importante. Las reglas de protocolo previamente mencionadas le dan un toque especial a tu velada, pero de nada sirve añadir la guinda al pastel si no cocinamos este como es debido. ¿No estás seguro de qué vino acompañaría mejor tu plato? En la descripción de nuestras botellas encontrarás los mejores tipos de comida con los que maridarlos. Por ejemplo, los tintos son la opción ideal si vas a degustar carne roja. Por el contrario, si vas a presentar un marisco, se recomienda es maridarlo con un vino blanco; ligero y fresco.
Elijas el plato que elijas, he aquí algunos consejos que salvarán tu comida:
1- Ve aumentando la intensidad poco a poco. Comienza con un vino blanco y evoluciona a un tinto según la comida avance.
2-De secos a dulces. Al igual que ocurre con la comida, lo dulce empalaga y sacia con facilidad. Reserva los vinos más dulces (por ejemplo los rosados) para el postre.
3-Asegúrate de que el vino se encuentra a la temperatura adecuada a la hora de servirse. ¿No estás seguro de a qué temperatura debe conservarse tu vino? En la descripción de nuestras botellas también compartimos esta información. De todas formas, es importante que sepas que cuanta mayor sea la intensidad, mayor la temperatura. Es decir, un tinto se debe conservar a mayor temperatura que un tinto joven y que un blanco. En el caso de que la botella no esté a la temperatura ideal, elige otra botella. ¡No intentes cambiar la temperatura bruscamente, por ejemplo metiéndola en hielo, porque estropeará el sabor! ¡Y nunca pongas hielo en las copas porque no hay nada peor que beber vino aguado!
En conclusión, ya sea por curiosidad o porque verdaderamente deseas implementar estas reglas de protocolo en tus celebraciones, ya sabes todo lo que necesitas saber para que tu comida sea el epítome de la elegancia y sofisticación.
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