¿De dónde dirías que viene la palabra vid? Un primer impulso nos lleva a pensar en VIDA,… y podría ser, podría serlo, tanto por su similitud de significante como por lo vivo de su espíritu… pero no. Vid es un término de origen indoeuropeo cuyo significado habla de una cierta tendencia a enroscarse o a retorcerse. No nos sorprende tampoco, dadas las características del tronco leñoso de las vides a los que tan acostumbrados nos tienen nuestros paisajes… Y, ¿cuánto vive una vid?
La vid es una planta de larga vida, a veces, centenaria cuya existencia se divide en períodos que muestran un cierto paralelismo con lo humano, con la VIDA de quienes la cultivan y la cuidan. Su etapa juvenil, que bien podría corresponder a los difíciles años de la adolescencia, tiene una duración de entre tres y cinco años, periodo durante el cual nuestra planta apenas tiene producción y el esfuerzo del viticultor se dirige a su correcta formación y al que siguen unos años más vigorosos y productivos que desembocarán en la inevitable vejez. Como en las personas, cada etapa de la vid se deja notar en su aspecto, en sus frutos, en su imagen; y como en las personas, a mejores cuidados, más calidad de vida, mejor calidad de su uva.
La vid centenaria
Aunque una vid vive una media de cincuenta años, las hay también centenarias; edad que una vez alcanzada, produce menos uva pero de mayor calidad,… pura sabiduría del viñedo que contrasta con la de los primeros años de unas viñas aún no aclimatadas a los rigores del suelo y del clima en los que debe desarrollarse. Es frecuente escuchar entre los viticultores que hasta que la viña no cumple diez años sus uvas aún no son capaces de producir grandes vinos, aunque esta norma , como casi todas en la naturaleza, tiene también sus excepciones, sobre todo en aquellos viñedos plantados en terrenos excepcionales para su cultivo.
Desde entonces, y hasta los treinta años, la producción se estabiliza, alcanzando su máximo potencial productivo y de una calidad buena y homogénea, un periodo de plenitud durante el que la cepa debe recibir un exquisito cuidado para no envejecer antes de tiempo. Las que llegan a la vejez, a ese estadio de madurez y conocimiento, necesitan de unos cuidados extremos destinados a alargarles la vida. Quien lo consiga puede hoy en día presumir de ello porque no parecen quedar muchas viejas vides en Europa. Las plagas y las malas prácticas de poda y manejo del suelo son en gran medida las responsables de muchos finales tan anticipados como imprevistos.
Es posible que el término vid no venga de VIDA, pero no importa. Si hay algo en el campo cuyo desarrollo pueda recordarnos a las diferentes etapas de la vida, esa es la vid, y nuestros campos están llenos de ellas, están llenos de vida.
Excelente artículo sobre la vida de la vid.