El vino es uno de los ingredientes más antiguos utilizados en la cocina de muchísimas culturas. Sabemos que Tutankamón en su ajuar funerario incluía decenas de ánforas de vino como acompañamiento a los alimentos que también pretendía llevar consigo al más allá. Porque el vino se remonta por lo menos 4.000 años AC a la antigua Georgia y Armenia donde se cree que originó la variedad utilizada en casi todos los vinos, la viña Vitis Vinifera. Pero es en lo que hoy es Siria y Egipto, donde se encontraron las primeras pruebas físicas de que sus habitantes ya entonces disfrutaban del vino en sus mesas.
Nos cuesta pensar que el vino no comenzó a utilizarse como ingrediente principal de la cocina desde el mismo momento de su creación. Porque el vino no solo se bebe, también se utiliza para enriquecer todo tipo de platos. El vino enriquece los alimentos al conferirles de cuerpo y sabores. La evaporación del alcohol del vino durante su cocinado deja detrás profundidad de sabores, cremosidad y multitud de capas de sabor que no sería posible conseguir sin este ingrediente mágico. El vino en la cocina complementa a los demás ingredientes líquidos, los enriquece y los dota de profundidad de sabor. Al reducirse en cocina crea salsas y sabores inconfundibles que hoy forman parte de la cultura culinaria de nuestro país.
Se utiliza sobre todo en guisos, donde se aprovecha mejor su paleta de sabores, pero también es usado en aderezos, aderezos o incluso adobos. Para cada receta existe un vino, porque al igual que la cocina ofrece una variedad enorme, también lo ofrece el vino. Cada tipo de vino es usado para multitud de platos diferentes. Un buen cocinero sabrá sacar lo mejor de cada vino y usarlo aprovechando sus cualidades.
El mejor vino no es el mejor vino para cocinar
Es cierto que cuanto mejor sea el vino mejor saldrá el plato que resulte de su uso, pero no por ello debemos usar los mejores vinos en la cocina. Un vino único debe beberse, y además debe hacerse en la mejores condiciones. Si lo acompañamos de un plato que combine con sus características mejor que mejor. Pero un vino malo no resultará igual en la cocina, por ejemplo los sabores metálicos de un vino malo se transmitirán al plato y este perderá calidad. ¿Entonces que vino usamos? Podemos usar un vino bueno, pero que no sea único. No vamos a desaprovechar un vino de una cosecha limitada en preparar un estofado, pero si uno de calidad que podemos reponer para beberlo junto a ese mismo plato. En definitiva, si tenemos una cantidad limitada de botellas de un vino fantástico lo mejor es que lo bebamos en buena compañía.
En cuanto al tipo de vino a usar debemos tener en cuenta su acidez, su cuerpo y su contenido en azúcar. Algunos alimentos combinan mejor con vinos concretos y requieren vinos muy específicos. Por ejemplo, la acidez del tomate requiere un vino con mayor contenido en azúcar para compensar la acidez y evitar la necesidad de añadir más azúcar al preparado. El color también es importante ya que determinará el color del guiso, los blancos suelen ser mejor para salsas claras y el tinto para las salsas oscuras.
En cuanto a la cocción, el vino no es amigo del fuego, lo que puede resultar incongruente ya que hablamos de usarlo en la cocina. Pero hay maneras de conservar lo más posible las fragancias y características de un vino mientras se cocina. Para usar el vino en la cocina debemos tener en cuenta que se deben hacer cocciones lentas. Se pueden usar al principio para desglasar, recuperando los sabores de los alimentos y obteniendo una salsa más concentrada. También podemos usarlo al final, para darle aroma al plato, ya que usado al final del proceso de cocinado perfumará el guiso.
Ejemplos para usar distintos vinos en tus recetas
Los vinos tintos secos como un Syrah será la ideal para cocinar platos como carne de cordero o carnes rojas asadas. Este tipo de vino soporta bien el cocinado lento y mucho tiempo de cocción. Si la carne roja es usada en una receta más ligera o no necesita de un periodo largo de cocinado, entonces un Pinot Noir nos servirá. Pero como todo en cocina, la elección será del cocinero. Si usamos un Chianti para la carne roja conseguiremos un sabor más intenso que gusta a muchos comensales.
Para recetas que necesitan de un vino blanco seco el Sauvignon Blanc es la apuesta más segura ya que le dará un toque aromático a tus platos más delicados. Cuando queramos usar vino blanco para recetas más especiadas o incluso picantes podéis usar un Riesling, con sabores intensos y frutales que tienden a combinar muy bien con platos de corte más exótico.
Hay también platos que hacen del vino que se utiliza la razón de existir, estamos hablando de paltos que incluso pueden incluir el nombre del vino en la receta. Un buen ejemplo es el jerez, que se usa en sopas, guisos y platos salteados. Le dan un sabor característico a los platos que se detecta sin dificultad al disfrutarlos.
El oporto es otro vino muy usado en cocina, su dulzura le otorga un toque increíble a guisos y estofados de carne. El vino Marsala es un vino también dulce que se usa mucho para hacer salsas. En muchísimos restaurantes de la costa este de Estados Unidos veremos el pollo a la Marsala en sus cartas. Madeira, con su sabor a caramelo es muy usado para preparar platos que contienen setas. No quiero dejar de mencionar e vino de arroz, que se usa en la cocina asiática para preparar platos salteados en Wok y cada vez tiene más presencia en la cocina moderna inspirada en esa gastronomía. Quizás no podamos llamarlo vino, pero no deja de ser otro vino distinto usado en cocina.
En definitiva el vino es un ingrediente fundamental en la cocina, usado desde hace miles de años como potenciador de sabores y platos. Todos podemos pensar en decenas de platos que simplemente no podrían existir si no incluyesen vino en sus recetas.
Como hemos dicho antes no debemos olvidar que los mejores vino se deben reservar para acompañar a esos deliciosos platos, y ninguno mejor que uno de nuestros vinos. A continuación os listamos algunos de los vinos que ahora mismo tenemos disponibles en nuestra tienda de vinos. Elige el pack de vinos que más te atraiga, ¡sabemos que volverás para repetir!
Pack RED TRIO: Estuche de 3 botellas de vino: 1 joven+ 1 crianza + 1 reserva
Un equipo de tres. Esto es lo que forman las tres botellas de vino que dan nombre a este estuche que Bodegas Comenge ha preparado para los amantes del vino tinto. Un equipo, sin embargo, variado, para todos los gustos y para todas las edades, como las variedades de vino que lo conforman y que una vez en el estuche se hacen inseparables.
Comenge Biberius 2018, el joven de la bodega, el encargado de aportar la alegría y frescura características de la variedad Tempranillo tras pasar cinco meses en barrica. La uva con la que se elabora posee un aroma intenso que solo puede proporcionar el mimo que traslada la selección manual de los racimos y el empleo de una levadura propia que permite la fermentación buscada.
Una segunda botella de vino, el segundo protagonista, Comenge El Origen 2017, es un Crianza elegante, intenso y singular llegado de los cuidados de la agricultura ecológica, de la tierra arcillosa y caliza; de la máxima expresión de La Ribera del Duero. A él, solo puede otro de similar elegancia pero de distinta personalidad. Una tercera botella de Familia Comenge 2015 que viene a dar forma y completar este estupendo equipo de tres. Los 27 meses en barrica y el hecho de haber nacido para rendir homenaje a la tierra en la que ha sido creado, consiguen que reúna toda la elegancia, finura y persistencia de un vino con excelente capacidad de envejecimiento. Familia Comenge es como no podía ser de otra forma, 100% Tempranillo, 100% Ribera del Duero.
Caja de 6 botellas de vino Colección Comenge Verdejo 2019
COLECCIÓN COMENGE VERDEJO 2019: 6 botellas de vino para disfrutar
Variedad Verdejo. Fresco, exquisito. Seis botellas de vino elaborado a base de las uvas recogidas de las viñas de pequeños viticultores; seis botellas de un vino cuya uva ha sido recogida de forma manual y diurna en las tierras de La Ribera del Duero. Los racimos de uvas son prensados y el mosto fermentado con levaduras salvajes que lo dotan de un sabor agreste y auténtico; un sabor característico y único.
La colección Comenge Verdejo es una caja compuesta por seis botellas de vino. Un buen número de botellas que nos permitirá disfrutarlas en varias ocasiones; el número exacto para durar, para conservar algunas de ellas hasta la siguiente ocasión, esa que, con seguridad llegará pronto porque lo pide el verano, el calor, el sol y el menú al que acompañe; porque, sin lugar a dudas, nos lo volverán a pedir de nuevo los comensales que se sienten a nuestra mesa.
Caja de 6 botellas de vino Comenge El Origen 2017
COMENGE EL ORIGEN 2017: toda la potencia del Tempranillo en 6 botellas
Comenge El Origen 2017. Su nombre lo dice todo. Seis botellas de vino intenso y aromático; de vino que halaga el sentido del gusto y embelesa el paladar. Seis botellas de vino de la potente variedad Tempranillo. Aquí empezó buena parte de una historia que ahora espera ser disfrutada a través de cada una estas botellas; todas llenas de encanto; todas, llenas de los recuerdos recogidos primero, en una vendimia manual y seleccionados y depositados después sus racimos, en pequeños depósitos de hormigón a los que se añadirá la levadura propia y a los que seguirá la espera de 15 meses en barricas de roble francés.
Terminado el proceso, terminada la espera, el vino clarificado, filtrado y embotellado, puede aterrizar, por fin, en nuestra mesa. Las seis botellas de esta caja esperan la llegada de sus anfitriones para ser ofrecidas y mostradas con el mismo encanto que encierran en su interior, para poder volver a ese origen que da nombre a tan atractivo e indispensable. producto de consumo que nuestra mesa pide a gritos.
Caja de 6 botellas de vino Don Miguel Comenge 2016
DON MIGUEL COMENGE 2016: 6 botellas de vino excepcionales y únicas
Para una ocasión más que especial. Para un momento que no se repetirá. Para mantener en el recuerdo, Bodegas Comenge cuenta entre sus vinos más exquisitos con Don Miguel Comenge 2016, un vino extraordinario elaborado en los años de extraordinaria cosecha.
La materia prima con la que se crea este vino que Bodegas Comenge ofrece ahora en una caja de seis botellas, es su principal secreto. A él, como no podría ser de otra manera, le acompañan, el terreno, el clima y el mimo de estas bodegas de La Ribera del Duero.
Todo lo que es único suele llevar un sello inconfundible de sencillez, de cuidado y precisión que, en el caso de Don Miguel Comenge, se traduce en una selección especial de los racimos de uvas con los que se va a elaborar y en un despalillado total realizado a mano, al que sigue un esmerado fermento con levadura propia y una larga espera de 22 meses en barricas de roble. El resultado: mejor probarlo, disfrutarlo, beberlo y acompañarlo con un menú y una compañía tan especial como él.
La Ribera del Duero da un vino característico y especial y, de entre ellos, Don Miguel Comenge, destaca por su suavidad y elegancia, por un sabor inolvidable, tanto, como la espera a la que nos tiene acostumbrados cuando llega finalmente, la cosecha que necesita para su elaboración.
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