El maridaje. Ese arte de combinar un vino específico con su plato perfecto. La forma de obtener el mejor sabor y la mejor textura. El maridaje ideal consigue elevar la experiencia gustativa al siguiente nivel. El maridaje es un mutualismo. Es una relación interespecífica en la que ambas partes obtienen un beneficio mutuo mediante su asociación. ¡La comida y la bebida, los dos grandes placeres de la vida! Encuentra su combinación perfecta y la experiencia no te decepcionará.

¿Qué es el maridaje?

El maridaje es un arte. Pero no es tarea sencilla. Requiere conocimientos, práctica e intuición. Pero el esfuerzo merece la pena. ¿Quieres ser el anfitrión perfecto? ¿Que tu cena sea un éxito? La clave está en el maridaje. Es el ingrediente secreto, poco conocido pero que garantizará que tus amigos, familiares y conocidos se vayan a casa con una sonrisa en la cara y el recuerdo de una comida inolvidable. Muy poca gente es consciente del poder del maridaje. Es más, no es un término muy conocido fuera del mundo de los vinos. Al fin y al cabo… si te gusta el sabor de un vino, ¿qué más da con qué lo combines? Disfrutarás de su sabor igualmente, ¿no?

¡No! Una buena combinación es esencial para sacar lo mejor de ambos placeres gustativos. Algo que nuestros antepasados medievales no tardaron mucho en descubrir…

El origen del maridaje

El concepto del maridaje nace durante la Edad Media, más específicamente en el siglo XIII. En una época en la que beber vino era más común que beber agua (el agua no tratada y plagada de bacterias era causante de numerosas enfermedades, muchas de ellas mortales), poca importancia se le daba a la calidad del vino. ¡Con tal de poseer vino en abundancia, ¿qué más da?! Todo esto cambió con la obra de Henri D’Andeli, que estableció una clasificación del vino según su origen geográfico. Lo que con los años evolucionó a una clasificación más compleja según su sabor, matices, etc. Datos utilizados por el sumiller a la hora de elegir el vino que se servía en los grandes banquetes medievales. El vino ofrecido en la comida se convirtió en una forma más de demostrar el poder y la riqueza de la familia del anfitrión.

A finales del siglo XVII el vino alcanzó la percepción social de la que disfruta hoy en día. La bebida perfecta para la buena mesa. Por fin, la calidad del vino era considerada más importante que su cantidad.

Los secretos del maridaje

¿Qué nos puede aportar un buen maridaje? ¿Existen diferentes combinaciones y resultados? Dependiendo de la comida y del tipo de vino, buscaremos crear un balance de sabores, potenciarlos o crear interesantes contrastes.

El anfitrión no ofrecerá el mismo vino al servir pescado que al servir carne roja. El aperitivo y el postre también tienen sus vinos favoritos. Y la estación del año, la localización y el motivo de celebración (invierno, verano, interiores, exteriores, boda, cena de amigos, Año Nuevo, etc.) también jugarán un papel esencial a la hora de maridar.

Factores fundamentales del maridaje

La armonía

Este es el factor clave de un buen maridaje. El plato y el vino deben incrementar su sabor, nunca taparlo o anularlo. Para ello es importante ser consciente de la intensidad de tus opciones. Por ejemplo, un vino tinto reserva, con una alta graduación alcohólica y tanicidad (aportan sabores contundentes), no puede ir acompañado de un plato ligero y delicado pues matará todo su sabor. Por el contrario, debe combinarse con platos igualmente fuertes y sabrosos, como una carne roja o un queso curado.

Pero no todo está en el sabor. En la degustación del vino todos los sentidos están involucrados. Especialmente el olfato. Es importante encontrar un buen equilibrio aromático entre plato y vino. De forma que tras oler uno podamos apreciar el olor del otro. La intensidad aromática es importante, pero también lo es el tipo de aroma. ¿Se trata de un vino fresco? ¿Dulce? ¿Afrutado? Sin ir más lejos, los mariscos suelen pedir un vino de aroma floral más que uno dulce.

¿Semejanza o contraste?

Las diferentes combinaciones tendrán como consecuencia resultados distintos. Lo primero que debes preguntarte antes de maridar un plato es, ¿qué es lo que busco? ¿Una combinación que haga resaltar las semejanzas entre comida y bebida, que intensifique el aroma y sabor de ambos? ¿O que resalte sus contrastes de una manera interesante?

-Semejanza: consiste en encontrar vinos que complementan la contundencia y aroma del plato, potenciando su olor y sabor.

-Contraste: en este caso la idea es combinar sabores/aromas opuestos para lograr una sensación diferente y que no sature nuestro paladar. Un claro ejemplo sería la combinación de vinos dulces con quesos y patés, alimentos muy salados. Es importante que al buscar este contraste de sabores se siga teniendo en cuenta la armonía. El objetivo es mejorar la percepción del elemento, no mezclar sabores que no van bien juntos.

El maridaje, parte esencial de nuestra cultura

Cuando hablamos de maridaje, nos referimos a la combinación entre vinos y comidas. Sin embargo, este concepto es mucho más amplio. La forma de cocción de los alimentos, las especias utilizadas, todos estos procesos tienen como objetivo mejorar la percepción gustativa del alimento, y el vino es tan solo un elemento más.

Vinos Comenge

En nuestras bodegas ofrecemos una amplia variedad de vinos, ideales para combinar con cualquier plato que te venga a la mente. Desde vinos tintos de fuerte sabor (vinos de reserva como es Jacobus) hasta vinos más delicados y ligeros como son nuestros vino blanco (Albillo Mayor) y vino rosado (Carmen). Pincha en los diferentes links o visita nuestro catálogo para descubrir su maridaje perfecto.

Por ejemplo, nuestro vino DON MIGUEL COMENGE 2017 (vino de reserva), tiene como maridaje perfecto las carnes rojas, los platos de caza, la charcutería, los platos condimentados y los postres de chocolate. ¿Hay algún vino en especial que te interese y quieras saber con qué plato maridarlo? En la descripción del producto encontrarás una sección denominada “maridaje” donde sugerimos algunas combinaciones interesantes.