Los aficionados al vino y a todo lo que tenga que ver con él, desde el propio vino hasta todos los complementos maravillosos destinados aumentar la capacidad de disfrutarlo, sabrán bien lo que es un decantador y cómo emplearlo.

Sin embargo, quienes empiezan a investigar tímidamente entre la interminable colección de complementos destinados a mejorar el consumo de vino, deben saber que el decantador es uno de esos artículos interesantes y que sus características les obligarán a descubrir cómo limpiar un decantador de vino, tarea fácil, pero de técnica sofisticada.

Limpieza meticulosa

El decantador, que es una vasija de cristal en la que la base es más ancha que la boca para que se pueda airear el vino, está pensado para que puedan separarse las sustancias líquidas y sólidas y disfrutar así del vino sin los sedimentos que trae naturalmente. Tan interesante pieza requiere, por sus características, de unos cuidados particulares, como por ejemplo el destinado a su limpieza.

Entonces, ¿cómo limpiar un decantador? ¿Cómo conseguir mantenerlo en óptimas condiciones para que cumpla con su función?

Como otros tantos procesos, tiene truco. Su atractiva y decorativa forma, necesita de cierta meticulosidad y de ciertos productos para poder lucir. La especificidad y el porqué de su forma y del material con el que ha sido hecho le obligan a rechazar varios de los hábitos que, relacionados con la higiene y limpieza, ponemos en práctica a diario.

Si quieres saber cómo limpiar un decantador, lo primero que has de abandonar es la idea del jabón y, por supuesto, aquello de meterlo en el lavaplatos. Los más exigentes en materia de vino, de cómo servirlo y presentarlo, se decantan y nunca mejor dicho, por otros procesos de limpieza en los que el tiempo, la paciencia y el detalle han de estar presentes.

Aún hay más. Tiempo, detalle y paciencia habrán de emplearse con agua y vinagre para los menos exigentes y con bolitas de acero, un cepillo de limpieza o un cepillo imantado, para los más profesionales o para aquellos a quienes simplemente, les gusta tomarse su tiempo, especialmente si tiene que ver con vino .

Otro método de limpieza para el decantador

¿Cómo limpiar un decantador con agua y vinagre? Sencillo. Primero, hay que llenarlo con agua caliente y dejarla durante unos ocho o diez minutos. Pasado este tiempo, hay que vaciar el decantador y volverlo a llenar con una mezcla de agua con vinagre donde la proporción de agua sea siempre mayor a la de vinagre. Otros cinco minutos y listo. Si no terminan de despegarse algunos posos del fondo, es recomendable usar algún cepillo de limpieza que existe para este fin. Por último, todos sabemos que el vinagre huele, deja un olor que, sin embargo, desaparecerá volviendo a enjuagar el decantador y colocándolo boca abajo hasta que se seque completamente. Para que el secado sea completo, es posible ayudarse con un paño que habrá que pasar cada cierto tiempo a medida que las gotas vayan descendiendo por la superficie.

El cepillo de limpieza es otro de los instrumentos empleados para limpiar un decantador. Es fácil caer en la cuenta de la dificultad que encierra la limpieza de algunos envases en el momento de adquirirlos. Llegamos a casa, los usamos y cuando llega la hora de limpiarlos no tenemos con qué. Para que esto no ocurra es aconsejable adquirir uno de estos cepillos en el momento de comprar el decantador. Son cepillos especiales que, por su flexibilidad, pueden llegar a las partes de más difícil acceso sin problemas.

Las bolitas de acero o perlas de decantación es otra de las opciones posibles. Simplemente hay que introducirlas en el decantador con agua caliente y remover. Ellas nos van a ir diciendo cómo limpiar un decantador en el que hay restos evidentes de residuos. La función de estas bolitas es la de ir recogiendo los restos del vino que han quedado adheridos al cristal, un proceso de limpieza cuyo desarrollo podremos ir viendo a medida que estas bolitas vayan cumpliendo su función. Terminada la limpieza, como siempre, no hay que olvidarse del secado. Enjuagar y colocar el decantador boca abajo.

Quienes estén pensando en algo más sofisticado o simplemente les haga ilusión tener un número importante de artículos para el vino, pueden emplear un cepillo magnético que les mostrará cómo limpiar su decantador de manera sencilla y sin rayar el cristal. Este cepillo cuenta con un mango magnético que puede emplearse para todos los recipientes de cristal de formas tan curiosas y elegantes, como imposibles.

En cualquiera de los casos y, se elija el método que se elija, conviene recordar un principio universal: cuanto más tiempo se tarde en limpiar, más difícil será eliminar la suciedad o como en este caso, los residuos de vino. Dicho esto, siempre, lo primero, enjuagar con agua caliente o templada en cuanto se haya vaciado el decantador. Ya veremos después si nos decidimos por uno u otro método, ese que nos responderá finalmente a la pregunta de cómo limpiar un decantador.