El poder que tienen las diferentes estaciones en nuestras vidas es abrumador y se tiende a pasar por alto. La temperatura afecta cada aspecto de nuestra vida; nuestro comportamiento y las actividades que realizamos, así como modifica nuestra alimentación. Por ejemplo, en lo que a la dieta se refiere, en invierno los protagonistas son los guisos, los purés y las carnes. Comidas abundantes y calientes que nos llenan, nos arropan por dentro y nos ayudan a hacer frente a las frías temperaturas. Por el contrario, un verano español no se podría tolerar sin una ensalada fresquita o un rico gazpacho.

Lo mismo ocurre con las bebidas. Y el vino no es la excepción. Tanto por el maridaje como por la temperatura de la botella, uno puede encontrar vinos de invierno y vinos de verano. ¿Cuáles son las diferencias? ¿Qué clase de vino es el mejor para hacer frente a los meses calurosos? ¡Sigue leyendo para saber más! Ahora que el verano finalmente ha llegado a España, ¡es el momento ideal para repasar los vinos de la temporada!

Los vinos de verano

Cuando las temperaturas alcanzan los 40º, cuando el aire acondicionado, el ventilador y los pantalones cortos poco hacen para soportar el calor que entra con solo abrir un poco la ventana, ¿qué es lo que más apetece? Un refresco bien frío, una cerveza helada o un vino lleno de frescor. Los mejores vinos para el verano son los blancos y los espumosos.

Vinos blancos

Automáticamente asociamos los vinos blancos con el pescado y el marisco (comidas excepcionales en la costa, típico lugar de veraneo). También combinan muy bien con las carnes frías, las ensaladas, los arroces y la paella. Todos y cada uno de estos platos son apetecibles en verano debido a su ligereza y frescura.

Es recomendable conservar el vino blanco entre los 10ºC y los 12ºC. Una temperatura bastante menos elevada que los tintos. Aunque cada tipo de vino disfruta de una textura característica, los vinos blancos son conocidos por su sabor frutal y aromático. Son la combinación perfecta con un aperitivo (por ejemplo queso o foie gras) o un postre.

Imagina una de esas noches sentado en el patio de casa, con la brisa fresca que uno tanto agradece y que solo se presenta pasadas las 10 de la noche. Rodeado de amigos y familiares, risas y una copa de vino blanco en la mano. El vino no es solo un sabor tangible destinado al paladar; es un símbolo de unión, recuerdos felices y momentos de relajación y disfrute.

Vinos espumosos

¿Cuáles son los vinos espumosos más conocidos? El cava, el champagne y el prosecco. Al igual que los blancos, esta clase de vinos acompaña muy bien a los arroces, el marisco y los postres. Esta descripción es muy general, pues cada tipo de vino es único y puede combinarse con una gran variedad de platos. Pero a grandes rasgos, cuando uno desea servir un plato frío, son estos vinos los primeros que vienen a la mente debido a su gran compatibilidad.

Estos vinos son incluso más frescos que los blancos pues se deben servir a una temperatura de entre 8ºC y 10ºC. Por otra parte, las burbujas le otorgan una frescura de la que los blancos carecen. Por tanto, en un día especialmente caluroso, si te apetece disfrutar de una copa de vino en el balcón o al lado de la piscina, ¡el vino espumoso es la opción ideal!

Nuestros vinos

Aquí en Comenge ofrecemos una amplia variedad de vinos de calidad, producto de nuestro esfuerzo, cariño y nuestras grandes cosechas. Aquí te mostramos algunos de los mejores vinos para disfrutar este verano. Sin embargo, si quieres investigar más, ¡échale un vistazo a nuestro catálogo de botellas y packs! No se tarda más que un segundo.

Pack verano (¡ahora en oferta!)

Consiste en una caja de 6 botellas: 2 Colección Comenge Verdejo (blanco), 2 Carmen by Comenge (clarete, fresco y aromático) y 2 Comenge Biberius (tinto joven).

Comenge Albillo Mayor

Un vino muy escaso de colección. Se producen tan solo 1.450 botellas al año y procede de una viña plantada generaciones atrás, en concreto en 1921. Este gran vino blanco es ganador del Gran Oro en el Concurso De Vinos Real Casino De Madrid en 2021. Es el regalo ideal y la elección perfecta para una celebración especial. ¡Eso sí, es difícil de conseguir! Su escasa producción lo convierte en una rara y especial botella que se agota con gran facilidad. Lo que añade aún más valor a su obtención. Debes ser una persona tenaz para lograr hacerte con ella. ¿Crees que estás a la altura?

Los vinos de invierno

Ahora que ya conoces los vinos ideales para hacer frente a este caluroso verano, puede que te estés preguntando por los vinos de invierno. ¿Cuál es la diferencia? ¿Puedo tomar un “vino de invierno” en verano? Es importante dejar claro que no existe una clara distinción entre los vinos de invierno y verano. Al fin y al cabo, cada persona es única y los gustos son muy subjetivos. Un verdadero aficionado del vino tinto o de una botella en concreto elegirá esa botella sin importar la temperatura ni la época del año.

Pese a todo, aquí en Comenge recomendamos los vinos tintos para los meses invernales. ¿Por qué? Son el perfecto acompañamiento para las comidas contundentes y calientes que mencionamos al principio del artículo. Van muy bien con las carnes rojas, el embutido y el queso, la pasta y los guisos. Son la opción favorita de las cenas familiares y comidas de empresa en restaurantes e interiores. Por último, se sirven a una temperatura superior a los otros tipos de vino. Los tintos fortificados se sirven entre los 18 y 19°C, los tintos de guarda entre los 16 y 18°C y los jóvenes entre los 14 y 15°C.

Comenge sobresale especialmente por sus vinos tintos; tales como el DON MIGUEL COMENGE 2017. Pincha en el link para descubrir todas las cualidades de este vino que lo convierten una botella tan especial.