Sabemos que el vino es milenario, pero ¿ha cambiado su sabor? ¿Bebemos el mismo vino que nuestros antepasados? Hoy queremos hacer un breve repaso a la historia del vino para contestar a estas y otras preguntas sobre el vino en su historia.

Una de las claves en la diferencia básica entre los vinos modernos y los vinos antiguos es el proceso de fabricación. Para entender la diferencia os describimos lo que hoy llamamos vinos naturales y que durante casi toda la historia del vino se ha llamado simplemente vino. El vino natural no se elabora con ácido añadido ni con levaduras. Esto hace que el proceso de fabricación tenga que ser perfecto, cuidando mucho los tiempos y la calidad de la uva. Tampoco se utiliza el ácido sulfuroso, del que puede haber trazas en esos vinos naturales, pero que, sí está allí, es por procesos naturales de la uva. También es importante resaltar que hasta la edad moderna ha sido imposible conseguir los mismos niveles de higiene, temperatura y conservación necesarios para la creación de un gran vino.

Los vinos de la antigüedad podrían haber tenido lo que hoy se consideran defectos, pero esto es porque no se consideraba igual al vino que ahora. El vino era valorado sobre todo por su contenido en alcohol, y no por su crianza, el tipo de uva o incluso el suelo. Sus deficiencias de sabor se camuflaban con especias o con miel, hierbas variadas o frutas. Los vinos que predominaban eran los de sabor dulce, no tanto por los aditivos naturales dulces que hemos mencionado, sino porque se vendimiaban a punto de pasa, por lo que las levaduras que contenían no eran capaces de que el azúcar se convirtiera en alcohol de forma óptima.

Los vinos eran sobre todo blancos, pero tenían un tono terroso por la oxidación y por la conservación. Esto hacía que el color dle vino no fuera algo apreciado y se sirviera en vasos de metal o barro. Para el contenido alcohólico del vino se usaba agua para diluirlo y aguardiente para fortalecerlo.

Donde aparecieron los primeros vinos

Los primeros vinos surgen con la domesticación de la uva silvestre. Es en Turquía e Irán y países cercanos donde aparecen los primeros vinos. Esto ocurrió hace ya 8.000 años, pero no es hasta la antigua Babilonia, 3.000 años más tarde cuando se detecta una producción masiva de vinos, de poca graduación y que se mezclaba con frutas.

Volvemos a viajar en el tiempo hasta llegar al Egipto faraónico de hace 3.500 años. La viña es un bien preciado que se cultiva a orillas del Nilo de manera masiva, es de hecho el segundo cultivo en importancia en estos tiempos. Los vinos se conservaban en tinajas de barro y mezclaban tanto uvas blancas como tintas. Se especula con que es ahora cuando se introduce la acidificación para que durase más su conservación. Es un vino dulce que proviene del moscatel y que se debía beber en los meses siguientes a la vendimia.

Nos adelantamos 300 años y los griegos comienzan a perfeccionar el proceso de elaboración del vino y su conservación. Todos hemos oído hablar de las famosas ánforas de vino. Es de esta época histórica de donde proviene esa costumbre. El vino ya está asentado en la cultura antigua como la bebida alcohólica preferente. Su producción es masiva y se transporta a lo largo y ancho de Europa y el norte de África. No tardaron mucho los romanos en copiar los métodos de elaboración de la antigua Grecia por lo que los vinos resultantes mantenían ese sabor dulce y resinoso provocado por su método de conservación. Pero también vemos en el mundo romano una gran variedad de vinos tanto en contenido alcohólico como en sabores.

El vino en España

En España la historia del vino es muy antigua por su localización geográfica. La costa mediterránea era puerto de entrada de todo lo nuevo que aparecía en el mundo. El vino no iba a ser menos e hizo su entrada en España hace miles de años. Durante el periodo Musulmán el vino también fue consumido, pero en el siglo décimo es cuando los famosos vinos de monasterio hicieron su aparición. Por las características de los monasterios, en lugares frios, la uva blanca era la predominante. Se conservaba en barricas de roble y pino y tenían menos alcohol que los vinos que se habían bebido hasta entonces. Vemos también esos vinos hechos con uva pasa, creando vinos que son de naturaleza dulce.

Podemos hablar de una gran variedad de vinos que surgen en España a través de los siglos, pero nos detenemos en el vino de Rueda en el siglo XVI. Estos vinos limitaban la oxidación envejeciéndolos en barrica a mucha profundidad, manteniendo así una temperatura equilibrada.

Poco después aparecen los vinos de Rioja, unos vinos tintos que en el siglo XIX se hicieron muy populares. A mediados de este siglo, en Francia, la vid se ve atacada por un hongo que hace estragos en la producción. Además la plaga de filoxera, un insecto que ataca a la vid, dejó sin cosechas a Francia. Fue el momento de la región de la Rioja para empezar a exportar de forma masiva sus uvas. Los vinos de entonces de la Rioja tenían mucho cuerpo y una acidez baja y se almacenaban en bodegas subterráneas. Pero la Rioja se vió también fuertemente influenciada por Francia y sus vinos, ya que hasta la Rioja llegaron barricas que dejaban atrás los comerciantes franceses de vinos. Estas barricas usadas y húmedas dieron lugar a lo que se llamaba vinos afrancesados de la Rioja.

La ribera del Duero, donde ya se hacía vino en el siglo X, también se vio beneficiado por la filoxera que asoló los cultivos franceses, pero ya en el siglo XX sufrió el mismo destino que la vid francesa y cayó víctima de este hongo. No fue hasta bien entrado el siglo XX cuando empezó a recuperarse el cultivo de uva en la Ribera del Duero. En próximos posts os contaremos la historia del vino en nuestra región, ya que merece un post propio.

En definitiva, vivimos en la época gloriosa del vino vino desde un punto de vista histórico. La calidad de los vinos nunca ha sido mejor ni se ha apreciado como se aprecia ahora. Si conoces alguno de nuestros vinos sabrás a qué nos referimos.