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La semana pasada tuvimos el placer de presentar el proyecto de Bodegas Comenge y los vinos a los miembros de la Asociación de Sumilleres de Valladolid, celebrado en el Restaurante Ángela.

El acto fue una oportunidad única de mostrar los vinos de los que disponemos actualmente en el mercado, pero también de catar añadas antiguas y nuevas elaboraciones. Una gran ocasión para compartir pareceres con profesionales del sector, los sumilleres, los mejores embajadores de nuestros vinos.

Comenzamos la cata con Comenge Verdejo 2014 en formato magnum. Un vino que despertó el interés de los asistentes por su acidez aún latente, su volumen y sus aromas primarios.  El hecho de probar un vino blanco con una cierta madurez despertó el eterno debate sobre cuándo comercializar y consumir un vino blanco. No es fácil, lo sabemos, pero es necesario unir fuerzas entre elaboradores y profesionales para que el consumidor final disfrute este tipo de vinos.

Después probamos tres añadas de Comenge Crianza, 2014, 2009 y 2005. La primera añada aún joven, pero con muy buenas expectativas, donde la fruta a día de hoy es la principal protagonista. La añada 2009 mostró todo su carácter varietal, aromas a monte bajo y balsámicos. Aunque sin duda una de las estrellas de la velada fue la añada 2005, espectacular desde el inicio, con ligeros toques tostados, cedro, un vino completo, complejo, con una entrada muy suave y una larga persistencia.

Familia Comenge 2011 fue el siguiente vino de la cata, con el que hemos querido rendir homenaje a las largas crianzas de la Ribera del Duero. Un vino sedoso, amplio en boca y una gran carga frutal. Disfrutamos todos.

Refrescamos la boca con nuestro vino tinto más joven, Biberius, que acaba de salir al mercado. Un vino perfecto para tomar por copas, en cualquier ocasión y que gustó mucho a los asistentes.

Vertical de Don Miguel Comenge

Continuamos con otra pequeña vertical, esta vez de Don Miguel Comenge, el vino más emblemático de la bodega y que lleva el nombre del autor de la emblemática publicación ‘La vid y los vinos españoles’. De Don Miguel Comenge probamos las añadas 2014 (que aún no ha salido en mercado), 2011 y 2004 en formato magnum. De nuevo el tiempo fue testigo de la grandeza de un trabajo bien hecho, pues la cosecha 2004 demostró haberse convertido en un grandísimo vino.

La cosecha 2011 se presentó incluso joven, una añada que demostró tener aún mucho recorrido. No hay que olvidar que Don Miguel sólo se elabora en las mejores añadas y procede de un viñedo muy especial, el Pago de las Hontanillas. Por su parte 2014 resultó ser un vino aún si rematar, todavía no se encuentra en el mercado, le quedan algunos meses para redondearse en la botella. Esta añada fue una de las mejores de la Ribera del Duero, por lo que estamos deseando ver su evolución.

Después de Don Miguel Comenge, el penúltimo vino fue Jacobus, la última creación de la bodega y que es el reflejo de muchos años de investigación. Trabajamos las lías procedentes de las levaduras de nuestros propios viñedos para conseguir un vino muy personal, con una larga crianza. Un vino que llamó muchísimo la atención por su diferenciación con otros vinos de la zona.

Para refrescar el paladar, concluimos con Comenge Verdejo 2015, fresco, divertido y perfecto para este tiempo primaveral.

Queremos dar las gracias a la Asociación de Sumilleres de Valladolid por habernos hecho sentir como en casa, fue un verdadero placer compartir nuestra historia con estos grandes profesionales.